Por Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la UBA

El criptogate no fue menos que la ā€œdifusiónā€- segĆŗn palabras textuales del presidente Milei – que invitaba a que todas aquellas personas que visitaran su red social X puedan ingresar a un link para invertir en una nueva criptomoneda denominada +LIBRA. El posteo de Milei promocionaba, alentaba, o como Ć©l dijo, difundĆ­a para que se invierta en es esta criptomoneda. Se trató de un posteo que el presidente lo fijó durante cinco horas.Ā 

Quien fija un posteo lo hace con el fin de que mĆ”s gente lo lea, y si quien lo fija es el presidente de los argentinos – que cuenta con 3.905.137 de seguidores – lo difundido toma mayor relevancia/alcance aĆŗn. Si ademĆ”s consideramos que se trató de un posteo que difundĆ­a una inversión financiera y el presidente se presenta como un super entendido en finanzas, mĆ”s fuerza tomó esta difusión realizada por el presidente.Ā 

Este posteo que ocurrió en la tarde noche del 14 de febrero, resultó en que el precio de la criptomoneda +LIBRA en pocas horas escalara para rÔpidamente desplomarse. Fue así como con la visibilidad que le dio el presidente, +LIBRA experimentó un notable incremento en su valor, la moneda pasó de cotizar US$ 0,000001 a US$ 5,20 en el correr de escasas horas.

Luego del posteo del presidente, cuando ya se podĆ­a visualizar una cantidad significativa de inversiones, los fundadores de la criptomoneda aplicaron lo que se suele denominar un rug pull que significa ā€œtirar de la alfombraā€, y con esta maniobra los creadores de +LIBRA retiraron rĆ”pidamente el dinero y se llevaron todos los fondos invertidos. AsĆ­, unas pocas cuentas pudieron llevarse una ganancia que se calcula rondó entre los 70 y 100 millones de dólares. El resto de los internautas que confiaron en la difusión del presidente perdieron millones; entre los perdedores se encuentran argentinos, pero tambiĆ©n ciudadanos de otros paĆ­ses del mundo, especialmente de Estados Unidos.Ā 

Frente a tal episodio, parte de la oposición barajó la posibilidad de elevar un juicio político contra el presidente, también se debatió sobre el armado de una comisión investigadora para el caso o sobre el llamado a interpelación a la Secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y para el mismo Presidente de la nación, Javier Milei. 

Sin embargo, la Justicia recibió la denuncia del caso y Ć©sta deberĆ” dirimir si cabe o no la pena para el presidente de la nación – y su entorno mĆ”s inmediato -. Mientras tanto, se le atribuyó al poder legislativo la potestad para interpelar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, al ministro de Justicia, Mariano CĆŗneo Liberona, y al ministro de EconomĆ­a, Luis Caputo.Ā 

Este llamado de rendición de cuenta, ocurrió el último martes, 29 de abril, pero solo asistió Guillermo Francos. Ante esto, la mayoría de los legisladores presentes reclamaron que a la brevedad, deben hacerse presentes los ausentes, quienes también debieron concurrir al recinto para ser interpelados, Cúneo Liberona y Luis Caputo. 

En plena interpelación al jefe de Gabinete, en un descargo muy juicioso, el diputado de Encuentro Federal, NicolĆ”s Massot, presentó un interrogante con el que seguramente acuerden millones de argentinos ā€œĀæno es relevante que entendamos quien engañó al presidente y por quĆ© el presidente se niega a constituirse como denunciante de alguien que lo estafó?ā€Ā 

A la luz de que el presidente no quiere rendir cuenta sobre este episodio poco transparente, se impone preguntarnos y exigir respuestas, porque siguiendo la lógica del caso, o el presidente aclara o se mantiene la presunción. 

Cabe recordar que existieron previamente reuniones en la residencia de Olivos y en la Casa Rosada entre el presidente y miembros fundantes y promotores de esta criptomoneda y cabe reiterar que el presidente difundió esta criptomoneda desde su cuenta oficial de la presidencia.

Interrogantes que se imponen: ¿Quiénes serÔn los responsables por las pérdidas de esta estafa en la cual el presidente, ya sea voluntaria o involuntariamente, participó difundiendo que se invirtiera en esta criptomoneda? ¿Si el presidente no se constituye en un demandante de tal estafa no se coloca él mismo en un lugar de compromiso con tal estafa? ¿Si el presidente llegara a ser demandando serÔ demandando el Estado argentino?

Algunas de las preguntas que el Ćŗltimo martes desde el recinto esbozó el diputado Massot, requieren respuestas mĆ”s que para los diputados de la nación, para los millones de argentinos que pretenden un gobierno que barra con la casta, de las fuerzas del cielo tambiĆ©n.Ā Ā