LA TRASTIENDA
En su aparición, Cristina Fernández de Kirchner, no sólo actualizó conceptos sobre temas abordados con notable superficialidad estos días, sino además, volvió a convertirse –mal que le pese a muchos- en el eje político ordenador de propios y extraños.
CFK reapareció la semana que pasó, en la ciudad de La Plata, en otra de sus “clases magistrales”, según la definen sus delfines. Y con ello, volvió a poner en agenda preocupaciones como el dólar, la inflación y el FMI, que son tratados por la modesta dirigencia política nacional y sus voceros mediáticos con sobreabundancia de elipsis vacías y unos pocos títulos pomposos.
Pero lo más revelador de la vicepresidenta, es que, una vez más, volvió a convertirse en el eje ordenador de la política nacional, en cualesquiera de sus formas y expresiones, derramando por efecto de inercia en territorios de lógica doméstica, por caso, nuestra provincia de Córdoba.
En el remodelado Teatro Argentino de la Capital Bonaerense, Cristina levantó la voz contra el libertario Javier Milei: “Estos mamarrachos que dicen la casta tiene miedo”, “¿de dónde tenemos miedo?”. Y arremetió que “la única dirigente política que fue condenada, proscripta e intentaron asesinar es sólo una”, “caraduras”, calificó.
Razones, de un lado a otro
La bomba discursiva encendió alarmas en todos los despachos políticos. En las huestes de Milei, lo festejaron como un gol de Messi en la selección, pues CFK los puso en el centro de la escena; en el Frente de Todos, entendieron rápido que la pelea electoral tendrá que centrarse contra el candidato de la Libertad Avanza.
Pero donde hubo sesudos análisis, fue en Juntos por el Cambio, pues luego del chequeo extremo del discurso de la ex presidenta, se concluyó en una preocupación doble: lo dicho, el FDT eligió a Milei para confrontar; y lo complementario, se relegó a Juntos de la escena principal, con lo cual, se pondría cierto riesgo en la performance de esa coalición.
De un lado a otro, razonan lo que seguramente analizó Cristina antes con datos y encuestas en mano. Milei crece de manera sostenida, y el PRO y sus socios, sólo esporádicamente, con lo cual, al Peronismo le conviene la disputa palmo a palmo con los libertarios, sobre todo en el duro y complejo mapa del Conurbano Bonaerense y sus interminables cinturones territoriales.
El brazo de CFK, hasta Córdoba
Pero como dijimos, las expresiones vistas y oídas en el Teatro Argentino, también hicieron mella en la política cordobesa, que por estas horas cruje en forma, pues se acortan los tiempos para la definición de listas de candidatos, con miras a las elecciones del 25 de junio.
Mauricio Macri tomó nota del objetivo de Cristina con Milei, y reactivó su GPS. ¿Habría decidido extender una vez más sus tentáculos sobre Córdoba? Afirman en CABA que mandó mensajes para salvaguardar a los referentes que considera de peso para robustecer la primera línea de Juntos a nivel nacional. ¿Y eso a quienes incluye? preguntamos. A Rodrigo De Loredo y no a Luis Juez, dijeron. En Córdoba, no respondieron, y entonces no negaron la especie.
Es cierto que unas horas antes del discurso de CFK, el joven dirigente Radical había dejado a su suerte a Juez, al confirmar que se ponía el saco de candidato a intendente de la Capital provincial; pero también, no menos verdadero es que sugerencias de ese tenor, ya tenía en su móvil.
En la remodelada Hacemos Juntos por Córdoba, de Juan Schiaretti y el candidato Martín Llaryora, hubo sonrisas moderadas, pero sonrisas al fin.
Es que además del anuncio de De Loredo de su salto a la pelea por la Capital, el sorpresivo objetivo electoral del FDT nacional puesto de manifiesto por Cristina, deja al descubierto lo que analizaron en las usinas de Juntos en sus diferentes versiones.
Los ideólogos de las campañas de Horacio Larreta y Patricia Bullrich y el resto, tendrán que enfocarse en ese giro inesperado, y dejar por un rato sus esfuerzos para mejorar la suerte de Luis Juez en Córdoba.
Así, parece que el festejo de gol le toca ahora a la mesa de conducción del PJ cordobés por esta nueva variante.
No obstante, tampoco deberían abundar en goces en el oficialismo, pues el brazo de la vicepresidenta les dejó el armado de la coalición Creo en Córdoba de Todos, la nueva escudería del FDT provincial que presentará a Federico Alesandri y Gabriela Estévez, como candidatos a la gobernación y vice, y que, pese a reconocidas debilidades, siempre que participó, ocasionó una erosión de votos al PJ cordobés.
Todos y todas, determinan acciones (y operaciones) al milímetro, motivo por el cual, los movimientos externos y fuera de agenda, son exhibidos como trofeos cuando afectan al contrario.
La novela de la vice-gobernación
A propósito de Hacemos Juntos por Córdoba, sigue la novela de quien se subirá a la fórmula para la gobernación. Dos anotados siguen en carrera, la diputada Natalia de la Sota y el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas.
Se sabe, perdió espuma el nombre de la senadora Alejandra Vigo. Pero, siempre pero, esta última semana tomó nuevo envión el nombre de Myriam Prunotto, la jefa comunal de licencia y referente de los denominados Radicales Auténticos de Córdoba, como posible elegida para la vice.
La dirigente, había sido referenciada por Llaryora meses atrás, pero se desdibujó luego; ahora, quien puso su nombre sobre la mesa de la toma de decisiones fue el propio Schiaretti, considerando el desplante de De Loredo en la fórmula con Juez, y los interrogantes que eso plantea al interior de la UCR cordobesa, pese a los gestos de total unidad anunciados y comprometidos para la próxima elección provincial del 25J.