Por Laura Olocco. Comunicadora Social.
10 de diciembre del 2019. Se terminaba el discurso de Alberto Fernández en la Plaza de Mayo. Los festejos por la asunción llegaban a su fin después de un largo día lleno de emociones. Y tal vez fue el largo trajín el que le jugó una mala pasada al Presidente, que cometió un furcio que se hizo viral: «cuatro años escuchamos decir que nosotros no volvíamos más, pero esta noche volvimos y vamos a ser mujeres».
Cuando eso sucedió, fue festejado entre las mujeres y disidencias que formamos parte del feminismo. Tal fue así, que lo festejamos como un augurio hacia el futuro. En este sentido, debemos hacer un repaso por las diferentes políticas y acciones de estado que se impulsaron desde el Ministerio de las Mujeres, Género, y Diversidad que fue conducido hasta el pasado jueves 6 de octubre, por la exministra Elizabeth Gómez Alcorta. Sin lugar a dudas, la más relevante en materia de ampliación de derechos, fue la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sancionada por el Congreso el 30 diciembre del 2020 y promulgada el 14 de enero de 2021.
Otra de las acciones fue la creación del programa Acompañar, dirigido a mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género de todo el país que tiene por objetivo, fortalecer la independencia económica de mujeres y LGBTI+; se crearon centros de atención para mujeres y LGBTI+ en diferentes puntos del país, también ejecutó el programa Producir, dirigido a crear o fortalecer proyectos productivos de todo el país, llevados adelante por organizaciones comunitarias -con o sin personería jurídica- en las que participen mujeres y LGBTI+ que atraviesen o hayan atravesado situaciones de violencia de género.
También se creó el Plan Nacional de Igualdad en la Diversidad 2021- 2023 con el objetivo de intervenir de manera estratégica e integral a fin de superar las desigualdades estructurales de género, resultado de un proceso de construcción y coordinación colectiva, entre otras líneas de trabajo.
Mientras escribo esta columna de opinión, es 12 de octubre, Día del Respeto a la Diversidad Cultural, donde se conmemora el aniversario de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, fue el inicio de tal vez el mayor genocidio de la historia de la humanidad. Desde entonces, el exterminio de la población lugareña fue casi total.
La fecha encuentra a la nación mapuche en alerta luego del desalojo que sufrió la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi, y que llevó a la renuncia indeclinable de la exministra Elizabeth Gómez Alcorta.
“Los hechos de público conocimiento desatados en Villa Mascardi por el desalojo ordenado contra la comunidad Lafken Winkul Mapu, en el que se produjeron detenciones de mujeres y niñxs con participación de fuerzas federales, me resultan incompatibles con los valores que defiendo como proyecto político”, argumentó Gómez Alcorta en su renuncia. Cuestionó que “el encarcelamiento, la denegatoria de la excarcelación para todas ellas y aún más a una mujer embarazada de 40 semanas, la incomunicación y el traslado a más de 1500 kilómetros de su lugar de residencia constituyen violaciones evidentes a los derechos humanos”, y destacó que “independientemente de la responsabilidad directa” de la jueza Silvina Domínguez, la situación “amerita una respuesta política contundente por parte del Ejecutivo Nacional”, que nunca llegó.
¿Volvimos mujeres/mejores para detener mujeres mapuches, encarcelar embarazadas y trasladarlas a cárceles lejos de sus territorios? ¿Lo hicimos mientras se entregan las tierras a millonarios de todo el mundo? ¿El Estado argentino se ata de manos en nombre de la propiedad privada?.¿De qué sirven las políticas de estado si no se implementan de manera igualitaria?.
No, no volvieron para ser mejores, Alberto Fernández.