El Presidente vuela hacia el continente blanco, donde participará del inicio del programa para el control de la contaminación impulsado por la OIEA.
El presidente Javier Milei partió este sábado desde la ciudad de Río Gallegos hacia la Base Marambio, ubicada en la Antártida, donde desarrollará una apretada agenda que incluye además una visita a Esperanza, otra de las avanzadas que Argentina posee en el continente blanco.
La Oficina del Presidente informó en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter, que Milei partió pasadas las 9 desde Río Gallegos hacia la Antártida, y el anuncio es acompañado de una foto en la cual el mandatario camina por la pista del aeropuerto militar de esa ciudad junto a su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro de Defensa, Luis Petri.
“El Presidente Javier Milei parte rumbo hacia la Base Antártica Conjunta Marambio”, se consignó en ese mensaje sobre la partida del Presidente, que despegó en un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina hacia Marambio.
El mandatario llegó con su comitiva al aeropuerto Internacional Piloto Civil Norberto Fernández (RGL) a las 20:33, tras un viaje de más de tres horas y luego fue recibido por el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, quien le entregó una placa con el escudo de la provincia, según informó la Oficina del Presidente en la red X.
Fuentes oficiales confirmaron a Télam que el Jefe de Estado partió a las 17:28 a bordo de un Learjet 60SE, conocido popularmente como “Tanguito 11”, hacia Santa Cruz con una comitiva “reducida” integrada por la secretaria General de la presidencia, Karina Milei, la canciller Diana Mondino, el ministro de Interior, Guillermo Francos, su colega de Defensa, Luis Petri y el Director General de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi.
El avión salió del sector militar del aeroparque metropolitano de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Newbery.
Minutos antes de la salida del avión que trasladaba al mandatario, partió un avión modelo Boeing 737-76N de la Fuerza Aérea Argentina, que llevaba a otros integrantes de la comitiva, precisaron desde el ministerio de Defensa.
Luego de pasar la noche en un hotel de la ciudad, la comitiva despegó con destino a la Base Marambio, en un vuelo que demandará cerca de tres horas y media de duración.
El personal con experiencia en viajes al continente blanco siempre señala que todas los itinerarios y los horarios quedan sujetos a la exigente meteorología del lugar.
En la base Marambio, está previsto que el Presidente sea recibido por las autoridades y recorra las instalaciones.
Desde allí viajará en helicóptero por cerca de 25 minutos hasta la Base Esperanza del Ejército Argentino, lugar de características únicas ya que se trata de la única base en la que la dotación vive con sus familias, incluyendo niños que asisten a la escuela allí erigida.
Luego de recorrer la base y participar de una actividad, Milei volverá a Marambio pasado el mediodía para encabezar un acto que dará inicio formal a un programa para el control de la contaminación impulsado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que conduce el argentino Rafael Grossi, quien se sumará a la ceremonia.
Misión de la OIEA
Grossi viajó en la tarde del viernes junto al presidente Milei a Santa Cruz en un avión militar, como parte de una comitiva oficial que también integran autoridades de la Dirección Nacional del Antártico, el Instituto Antártico Argentino (IAA) y de la Armada.
“Es un viaje que tiene un carácter pionero, porque es la primera vez que el Organismo Internacional de Energía Atómica inicia una misión de carácter científico en el continente antártico en torno a una problemática global, que es muy grave, como ocurre con la presencia de microplásticos y plásticos en general en el medio marino internacionalmente, pero en particular en la Antártida”, sostuvo Grossi en diálogo con la agencia Télam.
La iniciativa de estudiar los microplásticos en la Antártida surgió de un convenio entre la OIEA y el IAA y busca abordar el problema mundial que supone la contaminación por plásticos en los océanos, donde termina el grueso de estos desechos.
El objetivo es el monitoreo de todos los mares para saber cuánto y qué tipo de plásticos hay bajo parámetros comparables y, hasta el momento, cuentan con la participación de 63 países.
El máximo funcionario de la OIEA remarcó que el viaje constituye “un paso histórico y es muy valorable el gesto del primer mandatario argentino de acompañar esta misión científica que tiene una misión internacional muy loable”.
La OIEA tuvo “bastante actividad en el Ártico, pero jamás en el medio antártico, y por eso yo propuse oportunamente al Gobierno argentino esta tarea, que tuvo confirmación luego de la reunión con el presidente Milei, la canciller Mondino y el ministro de Defensa”, sostuvo.
Grossi resaltó en diálogo con esta agencia que “nunca hubo una evaluación científica llevada a cabo por el sistema internacional de la OIEA” y admitió que “hay una grave preocupación internacional al respecto”.
“El año que viene va a iniciarse una negociación para un gran acuerdo internacional sobre la contaminación plástica”, completó.
Los microplásticos “están presentes lamentablemente en todo el medio marino internacional. Se está reciclando y eliminando el 9% de todo el plástico que se arroja en los mares”, alertó y agregó que “las proyecciones que existen son que, de aquí a mediados de siglo, puede llegar a haber más microplásticos que peces en los mares”.
Los resultados de la investigación
Grossi subrayó que se “requiere de una acción de cooperación internacional concertada, y eso es lo que está tratando de hacer la OIEA de la mano de Argentina”.
El funcionario señaló que el organismo internacional brindará a la Argentina equipamiento de laboratorio como espectrómetros y otros elementos de alta sofisticación “para la medición y la evaluación de los componentes en muestras marinas”.
La OIEA realizará el diagnóstico de las muestras “a través de su laboratorio de protección del medio marino y su dirección de hidrología isotópica que están situados respectivamente en Mónaco y en Viena”.
El funcionario, que dirige el OIEA desde 2019, estimó que “los primeros datos y los primeros resultados estarán a la mayor brevedad posible”, ya que, dijo, “no es algo que tome demasiado tiempo”.
Fuentes oficiales recordaron que la actividad de “la ciencia en la Antártida la define, desarrolla, controla, coordina y difunde la Cancillería argentina a través de la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino”, mientras “el Ministerio de Defensa, a través de las Fuerzas Armadas, brinda el apoyo logístico para el desarrollo de esas actividades científicas” que se cumplimenta en las bases que Argentina tiene en el continente blanco.
Y acotaron que el convenio “Nutec Plastics en Antártida” es un acuerdo de cooperación científica entre la Argentina y la OIEA “con el fin de tomar muestras, realizar análisis y generar conocimientos y datos sobre la presencia de microplásticos en la Antártida”.
El proyecto “Microplásticos en el Ambiente Antártico: Implementación de la iniciativa Nutec Plastics” fue aprobado por la Cancillería e incluido en el Plan Anual Antártico 2023-2024.
En relación a la cooperación entre la OIEA y Argentina, los voceros destacaron que los foros del Sistema del Tratado Antártico constituyen “un régimen jurídico y político específico que rige todo lo atinente a la actividad que se desarrolla en la Antártida, independiente del Sistema de las Naciones Unidas” y recordaron que “tanto el Tratado Antártico como el Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente de Madrid, no tienen fecha de caducidad”.
El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, también conocido como Protocolo de Madrid, procura una amplia protección del ambiente de la Antártida, y de los ecosistemas dependientes o asociados y es parte del Sistema del Tratado Antártico.
Fuente: Télam