Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la UBA

Un escenario de extrema polarización donde si no sos “Kuka” sos un cruel libertario se pretende imponer desde el último balotaje de noviembre de 2023. Fue gracias a esta estrategia de enemigos acérrimos que lograron Javier Milei y Sergio Massa llegar a la segunda vuelta electoral, dejando fuera del juego a la coalición Juntos por el Cambio, que se enfrentaba hacía ocho años al kirchnerismo pero que diferente que La Libertad Avanza (LLA) contenía dirigentes y votantes “ñoños republicanos”.

Mauricio Macri y los halcones del Pro decidieron apoyar incondicionalmente a Milei para que este logre ser presidente y posteriormente en el Congreso, votando todas las leyes y vetos del partido libertario. Pero hace escasos meses llegaron las condiciones del Pro, la idea del macrismo parecía ser seguir apoyar a los violetas, pero a cambio de un compartir poder y de rever algunas formas y contenidos que no son crueles solamente para los “Kukas”.

¿Y qué pasó? Probablemente aquello que conocemos como la real politik, ese tipo de enfoque político que prioriza factores prácticos y consideraciones de poder y posterga principios ideológicos y morales. LLA obtuvo el primer lugar en la última elección legislativa porteña con 30,13% de los votos, y el Pro que gobierna la ciudad de Buenos Aires hace 18 años salió tercero con un 15,92%, detrás del libertario Manuel Adorni y de Leandro Santoro del kirchnerismo que obtuvo 27,35%.

A partir de ese momento y con más decisión que nunca, “el Jefe”, Karina Milei aceleró con la estrategia de ir con todo y contra todos, especialmente contra su aliado amarillo cuyo electorado compite con el violeta. Y como “el jefe” manda, así transcurren las cosas hoy en el escenario político-partidario, LLA se impone y el Pro obedece. Y el Pro obedece tanto que se somete y se somete tanto que podría dejar de existir.

¿Todo el Pro obedece? No, una referente central, María Eugenia Vidal, se expresó con indignación enfatizando que el Pro no debería ensamblarse con La Libertad Avanza como lo hará en las próximas elecciones legislativas en algunos distritos como la Provincia de Buenos Aires y la ciudad porteña. Para Vidal como para numerosos ex miembros de Juntos por el Cambio del radicalismo, de la Coalición Cívica, e incluso del peronismo no kirchnerista, pretender que las arcas del Estado no detonen y que se contenga la inflación no habilita a desfinanciar a las universidades públicas, la salud pública, el hospital de niños más prestigioso de la región sudamericana, la asistencia en discapacidad, el 7,2% de aumento a los jubilados que corresponde considerando la inflación de la era Milei, o a justificar que aumenten las tragedias viales porque la obra pública se fue para nunca más volver. Para muchos de estos miembros tampoco valen los insultos, la intolerancia, la discriminación, la asimilación de homosexualidad con pedofilia, el desprecio verbal y simbólico desde el aparato del Estado hacia los que piensan u opinan diferente o hacia los más vulnerables.

Pero María Eugenia Vidal no está conformando otra fuerza política y nos contó que no pretende hacerlo, como sí lo hizo, por ejemplo, el bastardeado por Milei y ex Pro, Horacio Rodríguez Larreta.

¿Hay equipo federal entre los “ñoños republicanos”?

Además de sectores políticos pequeños electoralmente, que no se sienten parte de la Argentina partida, recientemente se conformó un espacio político donde cinco gobernadores provinciales promovieron confluir en un espacio para competir en las próximas elecciones legislativas del 26 de octubre haciéndole frente tanto al kirchnerismo como a los libertarios.  Este espacio que comenzó manifestándose como un grito federal, decidió denominarse Provincias Unidas y fue lanzado por el gobernador peronista de Córdoba, Martín Llaryora y el ex gobernador Juan Schiaretti, por el gobernador radical de Santa Fe, Máximiliano Pullaro, por el gobernador del Pro de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, por el gobernador radical de Jujuy, Carlos Sadir y por el gobernador peronista de Santa Cruz, Claudio Vidal. Al mismo tiempo varios dirigentes políticos del AMBA se incorporarían a este espacio de centro (Facundo Manes se perfila como candidato a senador y Martín Lousteau como diputado por CABA, y Florencio Randazzo como candidato para la PBA) mientras otros gobernadores provinciales parecen querer ser parte de este espacio no alineado con las dos fuerzas que polarizan, en una suerte de avenida del medio.

Porque la estrategia de “el jefe” de recibir pero nunca brindar, no solamente fue ejecutada contra Mauricio Macri del Pro, también se viene adoctrinando contra los gobernadores de varias provincias que apoyaron la mayoría de las medidas impulsadas por LLA pero que padecen porque el presidente pretende no transferir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que según la Constitución Nacional deben distribuirse en concepto de coparticipación. Y en muchas provincias la motosierra está resintiendo la salud y educación públicas, y muy preocupantemente la obra pública en rutas y caminos. El cierre de Vialidad Nacional también fue cuestionado por varios gobernadores, en especial por el ex gobernador de Córdoba, Schiaretti, quien se pronunció manifestando “pasamos de llenarla de ñoquis a no cuidar rutas”. Si Vialidad Nacional tenía una gestión ineficiente y corrupta debía volverse eficiente y decente, pero no destruirse. Porque junto a la destrucción de esta entidad y a la falta de recursos para la obra pública (también interprovincial), las rutas nacionales se vienen deteriorando de modo alarmante.

Y aunque el presidente de la cámara de Diputados, Martin Menem, repita en medios y redes que “no hay lugar para la línea del medio y no debería haberlo” parece que puede haberlo. Incluso algunos heridos libertarios aparentemente podrían sumarse a este nuevo frente anti anti, por ejemplo, estaría debatiéndose si la ex libertaria Diana Mondino podría ser legisladora por Córdoba.

¿Al kirchnerismo le conviene que existan “los ñoños republicanos” y que sean la opción a los libertarios? No. ¿A La Libertad Avanza le conviene que existan los “ñoños republicanos” y que sean la opción al kirchnerismo? No. Entonces, los que molestan a unos y a otros son los “ñoños republicanos”, y tal vez con este incipiente grito federal resurja un espacio para los corajudos (cero tibios) que se atreven a ponerle coto tanto a la inoperancia kirchnerista como a la crueldad mileista.