Por Víctor Nuñez, Consejero Departamental. Partido Justicialista Río Cuarto.
Inolvidable e indispensable novela de Victor Hugo.-
No tengo la calidad suficiente para analizar ni siquiera alguno de sus párrafos memorables, por eso solamente voy a tomar su título para intentar alcanzar alguna conclusión al análisis de situación de la realidad que nos está tocando vivir, padecer y observar, con sus caóticas y siniestras consecuencias, del más grande error que una sociedad pudiera haber cometido en la historia de la República Argentina.-
Quizás se haya tratado de una desgraciada reacción a un caos que tuvo sus aristas más profundamente negativas justamente antes del final de un gobierno nacional que había perdido la brújula en su conducción y prácticamente carecía de la posibilidad de encaminar su rumbo porque el camino se terminaba muy cerca.-
En este País, que padece el terrible síndrome de la falta de identidad, se ha producido la puesta en escena reiteradamente de la sentencia establecida estudiosamente por Arnold Toynbee en su “Estudio de la Historia”, respecto a la concepción cíclica de la historia.-
Y para todos aquellos a los que nos atrae el misterio de nuestro devenir histórico, no nos es difícil comprender que si en 1810 ni siquiera nos pusimos de acuerdo en conformar nuestro primer gobierno patrio, tampoco se nos hace complicado darnos cuenta que es una realidad concreta esa premisa establecida por Toynbee.-
Tan demostrativa, equívoca, contradictoria y desigual es la realidad nacional que a lo largo de estos doscientos quince años cada cual ha concebido un diagnóstico respecto a necesidades que es casi idéntica desde los distintos puntos de vista. Claro que son absolutamente distintos los caminos, que hipotéticamente y sólo así, a través de los cuales podemos buscar las soluciones a esas realidades comunes.-
Es dable consignar y a su vez admitir que estamos atravesando un período en el que la incertidumbre ha tomado un papel relevante en el teatro de la realidad nacional. Lo que hace sólo unos meses era la transformación de un casi irresistible esfuerzo en esperanza, se vislumbra como una metamorfosis cruel del derroche de sudor y miseria advenediza en pérdida total de aquella lejana ilusión de cambio de rumbo por algo mejor.-
Aquel viejo estigma de la utilización de las redes infinitas y misteriosas del enmarañado concepto de ESTADO SERVIL en favor de negociados personales y grupales en beneficio de algunos, a los que les había costado poco la subsistencia política, parecía ser un foco de atención para ser víctima de un destierro necesario y querido socialmente.-
La eliminación de esos miserables “privilegios” de una supuesta “CASTA” se habían transformado en el sentido deseado de una sociedad y de su ciudadanía electora hasta el punto tal en que inclinó la balanza de una manera notable a favor de una, hoy demostrada, falsa promesa de un inservible conductor al que se le perdonó la ilusión de comunicarse con sus perros muertos y la presentación de falsos diplomas de doctorados que sólo existen en la pretenciosa imaginación de un niño que vive en eterno estado de ensoñación.-
Cuánto de misterio y de silencios inexplicables podemos encontrar en poco menos de dos años de una falsa gestión de gobierno cuando en realidad pareciera que estamos inmersos en papeles secundarios de protagonistas de una tragedia generalizada a la cual ni siquiera nos pidieron asistencia. Aunque en verdad, sólo estamos compartiendo la platea barata en un teatro inconmensurable en el que los protagonistas principales de esta obra de terror con pretensión de conducción desenfrenada de un País, ni siquiera conocen el nombre de la obra.-
Admitir que un casal de hermanos maltratados se convierta en responsable del gobierno nacional y que exista un importante grupo de argentinos que tome partido por ellos es todavía mucho más inexplicable y sórdido que darnos cuenta que es la realidad, por lo tanto, la verdad.-
Aunque todo tiene su explicación, estamos aprendiendo que todavía no llegábamos a conocer los contenidos de la concepción de la política. Y no hablo sólo de la partidista, sino del concepto filosófico que los griegos creadores de la Democracia nos querían decir cuando hablaban del Arte Supremo. Eso era para ellos la Política, pues es la búsqueda permanente del BIEN COMÚN. Afirmación y sentencia que pocas y contadas veces ha sido reflejada por las acciones y decisiones de los distintos gobiernos argentinos.-
Claro es que si el Presidente de la Nación decide tomar posición y decidir sobre la “necesidad” de dejar sin efecto los descuentos en medicamentos para jubilados, impedir la actualización de sus haberes mensuales, desactivar los institutos de protección a los enfermos de cáncer, eliminar discrecionalmente los beneficios a las personas con capacidades diferentes, desfinanciar los presupuestos de la Universidades nacionales, cuestionar la importancia de los Hospitales Públicos o el trabajo encomiable del más importante Hospital pediátrico del País, maltratar y desfinanciar a los gobiernos provinciales, expresar la conveniencia de “odiar más a los periodistas” o tratar de “ratas inmundas” a los Diputados y Senadores electos por el pueblo en forma democrática, convierte de forma automática a ese extraviado mandatario en el más despreciable miserable de este País, el cual en apariencia y por decisión de este mismo irresponsable está empezando a dejar de ser nuestro.-
Párrafo simple sobre la extraviada política exterior de estos zánganos. Un circunstancial mandatario nacional jamás puede rendirse a los pies de un par por el sólo hecho de sentirse un cómodo idiota útil, porque un presidente no es sólo él, sino su País, su Patria y su destino.-
Tan importante ha sido históricamente el concepto y la práctica de la Democracia que existen mecanismos propios de ella a los cuales el pueblo puede utilizar para modificar esta realidad desgraciada y por el sólo hecho de la participación y la toma de conciencia puede dar una vuelta de timón y devolverle a los argentinos las ganas de sentirse tales.-