El 14 de julio de 2010, el Senado comenzó el debate, con una enorme movilización de organizaciones LGBTIQ+ en la puerta del Congreso y en ciudades de todo el país. Finalmente aprobaron la normativa 26.618 en la madrugada del 15 de julio.

Organizaciones de derechos humanos, géneros y diversidades recordaron el comienzo del tratamiento en la Cámara del Senado del proyecto de la Ley de Matrimonio Igualitario. El 14 de julio de 2010, los senadores debatieron durante más de 14 horas la iniciativa que se convirtió en la normativa 26.618, y finalmente lo aprobaron en la madrugada del 15 de julio, con una histórica movilización de organizaciones LGBTIQ+ en las puertas del Congreso y en ciudades de todo el país.

Este lunes, el frente 100% Diversidad y Derechos, que integran diferentes organizaciones de la comunidad diversa, realizó una concentración en las puertas de el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires bajo el lema «Si Quiero». Durante el encuentro, el cofundador Martín Canevaro, expresó que los logros conseguidos «están bajo ataque del gobierno» actual.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Valeria Paván, sostuvo que «este momento es complicado sobre todo con la habilitación de los discursos de odio que nos empezaron a cercenar». «Aumentó la violencia institucional y contra las compañeras travestis trans y la desestabilidad laboral», señaló en referencia al gobierno de Javier Milei.

En esta línea, la referente remarcó: “Las leyes responden a los contextos sociales históricos. Esta ley, la de Identidad de género y de cupo laboral travesti trans tienen que ver con la militancia de les activistas. Se consiguieron voluntades políticas que acompañaron, con un muy buen criterio, a esta necesidad social”.

“En este momento no hay un escenario favorable en este sentido. La sociedad está retraída en muchos aspectos y la situación está muy complicada. De alguna manera se acorrala con distintos niveles de violencia porque te cagan a palos en la calle, pero también te excluyen de manera políticamente correcta”, continuó Paván.

“El discurso de odio aumenta la violencia institucional y social porque cada quien se siente con derecho a agredir a quien le parezca. Se ve reflejado en las diferentes instituciones e incluso en el interior de la familia, en el sistema educativo, laboral, en el espacio público o bien en la participación política. Buscamos volver a sostener lo que se consiguió y restaurar un contrato democrático y social”, concluyó.

Igualdad jurídica
En otro pasaje de su discurso, Canevaro explicó: “Los logros, además de ser celebrados, deben ser defendidos porque están bajo ataque del actual gobierno. Reivindicamos los derechos a través de ésta actividad en donde parejas con la libreta de matrimonio en mano, vamos a reivindicar la igualdad ante la ley”.

“La igualdad jurídica también nos brindó un reconocimiento y valoración social que se ordena en lo simbólico. Es atacado por un sector político de la extrema derecha que no es compartido por una inmensa mayoría de la sociedad argentina que sí celebra la convivencia y pluralidad de las distintas conformaciones familiares”, sostuvo el cofundador.

“Convocamos a la sociedad a defender los derechos de la diversidad, principalmente a los sectores políticos del parlamento y las fuerzas vivas del país, con el fin de ratificar el apoyo”, pidió el militante, al tiempo que señaló que los discursos de odio “siempre existieron, pero lo que enfrentamos es que son reproducidos desde la cima del poder del Estado y eso, como consecuencia, legitima la violencia social”.

Crímenes de odio
Martín Canevaro también se refirió a la masacre en donde donde tres mujeres lesbianas fueron asesinadas por un hombre y una sobrevivió. “Lamentablemente, tenemos situaciones gravísimas, como el lesbicidio de Barracas y los ataques en la vía pública, entre otros. El discurso nos vuelve a poner, como en aquellos años, en el centro de un estigma y en el espacio de anormalidad o amoralidad”, dijo.

“Es como si representaríamos como un peligro para el desarrollo social. En la sociedad persisten ideas y prejuicios arraigados desde hace muchos años que resurgen en éste contexto de extrema derecha”, cerró al respecto.

Tras el discurso final, parte del mismo frente exclamó: “No nos van a vencer y vamos a poder avanzar para lograr más derechos. Vamos a vencer a un gobierno fascista de la ultraderecha”.