Por Gerardo Gastaldi.Ā  Relaciones PĆŗblicas e Institucionales

Director de CLAVE Estrategia & Comunicación

Tras los números récords que dejaron las 3 jornadas del Hot Sale, ya no podemos negar que en esta nueva era (post pandémica), las tiendas virtuales y los pagos electrónicos se convirtieron en parte de la normalidad. Esto, sin duda alguna, entusiasma a las PyMEs y emprendedores que tienen el deseo de crecer y expandir su negocio.

Se denomina tienda virtual a una pÔgina web cuyo propósito es vender un producto o línea de productos a través de Internet, generalmente apuntado a un nicho de mercado específico. El fin de la misma serÔ emular una tienda física, mostrando imÔgenes de la mercadería que se ofrece, poniendo a disposición un formulario de pedido y ofreciendo diversas opciones de pago para que el potencial cliente pueda realizar su compra desde cualquier lugar, ya sea a través de una pc o dispositivo móvil.

El comercio on-line en general significa una gran ventaja para los compradores, ya que el agitado ritmo de vida actual, dificulta en algunos casos acudir a una tienda física. Pero, sobre todo, es una excelente opción para que pequeñas empresas y emprendedores puedan competir con las grandes industrias.

Entre las principales ventajas de implementar una tienda virtual se destaca la ampliación del mercado que permitirÔ vender sin limitaciones geogrÔficas y con una disponibilidad 24/7 para los clientes (mientras los negocios físicos tienen un horario limitado). Es posible gestionarla desde cualquier lado, siempre que se disponga de una conexión a internet y una notebook o smartphone. No tiene los mismos gastos de un comercio físico, ya que los costos de gestión son significativamente mÔs bajos, haciendo que las tiendas de e-commerce sean altamente competitivas en términos de precio. También, se puede mencionar la facilidad con que se realiza la gestión del inventario, que se sincroniza de forma automatizada en múltiples canales. La recopilación de datos, a través de las diversas plataformas integradas, darÔ la posibilidad de realizar campañas de marketing enfocado y de captación de nuevos clientes de manera mÔs efectiva y optimizada.

Si bien este tipo de negocios online son un camino próspero para el público y el empresario, también tiene algunas desventajas frente al comercio tradicional. Por ejemplo, se deben tener en cuenta las posibles inversiones iniciales y futuras, cómo la tercerización del diseño de la pÔgina web, los anuncios publicitarios en redes sociales y motores de búsqueda, los trÔmites de legalización de la actividad y el espacio para almacenar la mercadería. AdemÔs, la tarea de obtener la confianza de los potenciales clientes no es nada fÔcil, y para lograrlo serÔ necesario mínimamente, instalar un certificado de seguridad SSL en la pÔgina web y definir canales de comunicación efectivos, como también contar con una asesoría para la comunicación. Las fallas de internet o los problemas técnicos del sitio web pueden generar una mala experiencia de compra o directamente el impedimento de realizarla. Finalmente, se debe saber que aún hoy, hay gente muy reacia a comprar por Internet, prefiriendo hacerlo de manera física, ya sea porque les inspira mÔs confianza o simplemente porque puede probar el producto antes de comprarlo.

MÔs allÔ de las desventajas mencionadas, claramente las tiendas on-line son una excelente opción para aquellas pequeñas empresas que ya cuentan con la confianza de sus clientes, lograda a través de su trayectoria, y que pretenden modernizar su sistema de venta, llegar a nuevos potenciales y expandir su alcance geogrÔfico.