En un acto cargado de emoción y significado, la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) entregó este lunes el Doctorado Honoris Causa in memoriam al Papa Francisco, convirtiéndose en la primera institución latinoamericana en otorgar un reconocimiento póstumo de este tipo al pontífice argentino.
La ceremonia se realizó en el Aula Mayor del campus universitario y reunió a autoridades académicas, representantes eclesiásticos, funcionarios locales, familiares y allegados del exjefe de la Iglesia católica, quienes destacaron su legado humanista, su mirada social y su permanente llamado al diálogo.
La rectora de la UNRC, Marisa Rovera, afirmó que se trató de “un día para celebrar”, al destacar la huella que Francisco dejó tanto en la sociedad como en la educación superior. “Es un reconocimiento a un legado que trasciende lo religioso”, señaló, y recordó que el Papa planteaba que la educación debía involucrar ‘la cabeza, el corazón y las manos’. Según expresó, ese mensaje sintetiza “el compromiso del sistema universitario público con una formación integral que incluya valores, ciudadanía y solidaridad”.
Rovera remarcó que la distinción “se pensó desde la convicción de que una universidad pública debe defender lo social”, y subrayó que Francisco “representa un ejemplo mundial en ese sentido”.
La vicerrectora Nora Bianconi añadió que el título entregado constituye “la máxima distinción que otorga la Universidad”, y sostuvo que la figura del Papa es “un símbolo de humildad cuyo impacto perdura en el tiempo”.
“Un hombre que construía puentes”
Uno de los momentos más emotivos de la jornada estuvo a cargo de José Ignacio Bergoglio, sobrino del Papa Francisco, quien asistió acompañado por su hija de dos meses. “Después de siete meses de que nos dejó físicamente, encontrarme con esta noticia y con lo que significa este reconocimiento… es un mimo al alma”, expresó con visible emoción.
“Ojalá todos los que perdemos seres queridos pudiéramos verlos reconocidos de esta manera. En nombre de toda mi familia, también de los que están en Italia, quiero transmitir la alegría que nos genera este homenaje”, agregó.
Bergoglio recordó cómo era su tío: “Francisco era Jorge. Lo que se veía públicamente era exactamente cómo era él: alguien cercano, con un humor hermoso, muy firme, con una enorme sensibilidad. Podía hablar en un aula magna o en un comedor popular y transmitir el mismo mensaje, llegar al corazón de todos”.
En su testimonio, definió al Papa como “un hombre que derribaba muros y construía puentes”, alguien que “pregonaba la fe, la esperanza y la cultura del trabajo y la educación”, y que sufría profundamente “los flagelos del mundo”, desde las guerras hasta las injusticias cotidianas.
El sobrino también compartió recuerdos de su último encuentro con el pontífice, ocurrido en marzo de 2024 en Casa Santa Marta: “Nos recibió en un despacho contiguo a su habitación, algo inusual. Lo primero que nos dijo fue: ‘Perdonen que no los pueda saludar tanto, anoche tuve unas líneas de fiebre’. A partir de ahí solo pensé en que la visita durara cinco minutos. Lo regañé, porque para mí era más importante que se recuperara”.
Además, contó que Francisco le había adelantado su intención de viajar a Argentina ese mismo año, pero problemas de salud y compromisos previos impidieron concretar el proyecto. “La última vez que hablamos fue días antes de que lo internaran, cuando le dije que esperaba un bebé. Nos quedó pendiente contarle que sería una nena”, recordó.
Referentes religiosos: “Un testimonio que inspira”
El acto también contó con mensajes de autoridades de la Iglesia. A través de un video, el cardenal Víctor “Tucho” Fernández destacó el sentido del reconocimiento: “Es particularmente significativo este Honoris. Su decisión de estar del lado de los más frágiles le traía dificultades, pero por eso mismo tiene bien merecida esta distinción. Que su testimonio sea una inspiración para ustedes”.
Por su parte, el obispo Adolfo Uriona compartió una vivencia personal: “En nuestro último encuentro lo vi muy bien; jamás pensé que sería una despedida. Me dio consejos, como siempre hacía”.
Un legado que seguirá vigente
El decano Cristian Santos anunció además la creación de una Cátedra Abierta sobre el Legado del Papa Francisco, que buscará conservar y difundir sus enseñanzas.
La jornada, de profundo carácter ecuménico, concluyó con un cerrado aplauso de toda la comunidad universitaria, que acompañó un homenaje que puso en valor la figura del pontífice argentino y reafirmó la misión social y humanista de la universidad pública.












