Entre 2017 y 2024, la Agencia Córdoba Innovar y Emprender financió 79 emprendimientos en etapas tempranas a través de programas de coinversión público-privada. Así, logró apalancar más del doble en fondos del sector privado, favoreciendo el acceso a nuevas rondas de inversión.

 

Desde 2017, la Agencia Córdoba Innovar y Emprender destinó más de 2,5 millones de dólares a 79 startups cordobesas, en un esquema de coinversión público-privada diseñado para impulsar emprendimientos de base científica y tecnológica en sus primeras etapas.

El modelo requiere que cada proyecto cuente con inversión de inversores ángeles o instituciones de capital emprendedor y canaliza el aporte público mediante la Asistencia Financiera a Mejor Fortuna (AFMF), un instrumento que no implica participación accionaria y que solo debe devolverse si se produce un evento de liquidez, como una venta o salida a bolsa, en un plazo de cinco años.

Este mecanismo permitió apalancar 5,8 millones de dólares del sector privado, logrando que por cada dólar invertido por la Provincia se sumaran 2,3 dólares de capital privado.

“Es una política de Estado que cubre múltiples sectores y variables: por un lado, la creación y consolidación de emprendimientos dinámicos e innovadores en el territorio, con capacidad exportadora y de generación de empleo y valor agregado; y por otro, el apalancamiento con el sector privado, invitando a que más inversores se involucren. Esto destaca la gran participación de inversores ángeles, personas físicas que invierten en emprendimientos de este tipo, en contraposición a la tendencia general del mercado, donde predominan los inversores institucionales”, señaló Gonzalo Valenci, director Ejecutivo de la Agencia.

El financiamiento se implementó a través de programas como Córdoba Acelera, Más Empresas (I, II y III), Fondos Agtech (I y II), Fondos 4.0 (I y II), Economía del Conocimiento (I, II y III), Fondo Biotech y Fondo Semilla. El promedio anual fue de 11 startups financiadas, con un pico de 16 en 2022, en el marco de Economía del Conocimiento III y Fondo Biotech. En 2023 no hubo convocatorias, priorizándose otras acciones, mientras que en 2024 se relanzó la estrategia con el Fondo Semilla.

Perfil de las startups y resultados
Los inversores ángeles participaron en el 76% de las operaciones, con un ticket promedio de USD 62.664 y una participación accionaria del 10%, mientras que las instituciones de capital emprendedor intervinieron en 19 startups, con un promedio de USD 112.229 por ronda y un 17% de equity.

El 42% de las empresas consiguió nuevas rondas de financiamiento tras el apoyo inicial, lo que confirma el efecto dinamizador del esquema. Según la información reportada por 51 emprendimientos, el valor conjunto asciende a 407 millones de dólares; de haber tomado equity como los privados, la Agencia tendría hoy una cartera estimada en 15 millones de dólares, siete veces el monto aportado.

En términos sectoriales, Agtech concentra el 21,5% de las startups financiadas, seguida por Healthtech (16,5%) y SaaS/Enterprise Software (12,7%). Luego aparecen Biotech y E-commerce, con el 9% cada uno. El 78% tiene sede en Córdoba Capital y el resto en localidades como Río Cuarto, Villa María, Miramar y Santa Rosa de Calamuchita.

El perfil muestra un marcado apoyo a empresas jóvenes: el 75% tenía dos años o menos al momento de recibir la inversión y el 78% no había accedido antes a capital privado. Entre las startups activas, el 57% desarrolla un modelo de negocio B2B y el 45% se encuentra en etapa de escalamiento, con un 36% que reportó crecimiento en el último año.

En cuanto a mercados, el 40% vende exclusivamente en Argentina, otro 40% lo hace en América Latina y el 12% tiene alcance global, con Chile, México y Colombia como principales destinos. Además, el 78% de las startups activas declaró contribuir a al menos uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente en industria e innovación, salud y comunidades sostenibles. La participación de mujeres alcanza el 45% en los equipos, pero solo el 10% entre los fundadores.

Empresas y aprendizajes
Durante el período analizado, 14 startups financiadas dejaron de operar, con una vida promedio de 5,5 años. Algunas cerraron por dificultades financieras o de mercado, mientras que otras fueron adquiridas o integradas a otras empresas, lo que en algunos casos representó una salida positiva para sus fundadores.

Este seguimiento, junto con los datos sobre crecimiento, internacionalización y sostenibilidad, aporta insumos para ajustar futuras políticas públicas que fortalezcan el acceso al financiamiento, reduzcan las brechas de género y favorezcan un ecosistema emprendedor más robusto y competitivo.