En una balance de lo ocurrido en el año 2025 y un pronóstico para el 2026, la Federación de Frigoríficos de la República Argentina  sostuvo que si bien fue un buen año, faltará carne en el 2026 y pidió más control para quienes faenan fuera de con troles del Estado.

La federación de frigoríficos consideró positivo el trabajo conjunto con el gobierno, destacando avances como la eliminación del libro de movimientos de carnes. Sin embargo, planteó desafíos urgentes para el próximo año. Además, anticiparon una oferta ganadera escasa en 2026 y pidieron mayor control estatal para frenar la informalidad.

Desde FIFRA solicitaron y mantuvieron una reunión con el secretario de Agricultura y Ganadería Sergio Iraeta junto a su equipo. Del encuentro participaron los Subsecretarios de Ganadería, Manuel Chiappe y Agustín Tejeda, Martín Fernández por Senasa, el director de Control Comercial, Matías Canosa y Federico Guevara. De parte de FIFRA participó toda su comisión directiva.

Allí se analizaron todos los temas referentes a la actividad. En primer lugar, desde Fifra manifestaron: “creemos que el balance es positivo, que se ha trabajado muy bien y que gracias a ello se han hecho correcciones en general y respecto a lo que en su momento presentamos como agenda de políticas públicas”.

Entre los temas pendientes y que se están trabajando, ratificaron su posición respecto de la necesidad de mejorar las relaciones laborales en SENASA y generar un ámbito para que el personal vea reflejado su esfuerzo para así fortalecer el profesionalismo de los mismos.

También, manifestaron la necesidad de revisar procedimientos que datan de varias décadas, haciéndolos más ágiles y delegando el control en el sector privado, asegurando con auditorías frecuentes que se cumpla la normativa sanitaria y que de ese modo se pueda liberar personal para realizar esa gestión de control.

En materia de control comercial, comunicaron que se avanzó sustancialmente mejorando la normativa: “En tal sentido, cabe destacar que cerrar el año con la eliminación del libro de movimientos de carnes es una muy buena noticia. Esto libera una persona que sólo estaba transcribiendo con lapicera en un libro registros emitidos por sistemas de gestión. Esto es un avance importante”.

Además, expresaron la necesidad de trabajar para que el Controlador Electrónico de Faena efectivamente entre en funciones en 2026, ese es uno de los grandes desafíos del próximo año. Esto permitirá a futuro, con lo que la Secretaría está trabajando respecto de la identificación electrónica de la hacienda vacuna, vincular el resultado de la res con el animal y el acceso de productores, frigoríficos, matarifes e incluso consumidores, a la información de cada uno de los vacunos enviados a la faena.

Por otro lado, desde la Federación resaltaron la labor realizada en lo referente a los mercados con la visita y discusión de apertura en muchos de ellos como es el caso de Japón, Indonesia, la negociación con China por la exportación de menudencias y el cupo extra de carne vacuna para los Estados Unidos.

En materias de cuotas, la Secretaría promulgó un nuevo reglamento con un criterio predominante de past-performance y, en este caso, las propuestas que hicieron oportunamente desde FIFRA no tuvieron receptividad.

Desde la entidad argumentan algunos cambios necesarios: “creemos que con las cuotas adicionales deberían considerarse nuestras propuestas para incentivar a que los frigoríficos realicen inversiones y accedan a nuevos mercados. La predominancia del criterio de past-performance, a nuestro entender, no sería suficiente para generar las inversiones necesarias”.

Por último, la organización cerró el comunicado transmitiendo su visión para 2026: “Transmitimos a los funcionarios que desde nuestra visión, en 2026 comenzará una retención de vientres y la oferta ganadera será escasa con precios muy sostenidos. Esto aumentará la competencia entre las plantas existentes, pero también incrementará la informalidad, y en eso necesitamos el acompañamiento y el control de parte de los diferentes ámbitos del Estado en tiempo real para evitar perjuicios que podrían ser irreparables