Por NĆ©stor FormĆa, secretario Acción Social ATE RĆo Cuarto. Docente de la Modalidad Jóvenes y Adultos.Ā Ā
Apuntes para el debate en la formación Docente.
Intento abordar en esta nota el tema Educación Sexual Integral. Cada vez que se plantea tiene un debate caliente, para ello cito a la Dra. Graciela Morgade que es Doctora en Educación (Facultad de FilosofĆa y Letras – UBA), MĆ”ster en Ciencias Sociales y Educación (FLACSO-Argentina) y Licenciada en Ciencias de la Educación (Facultad de FilosofĆa y Letras – UBA), ademĆ”s Investigadora y especialista en Educación Sexual, con enfoque de GĆ©nero y Derechos Humanos.
La Profesora Graciela Morgade analiza la educación con perspectiva de gĆ©nero en las carreras docentes y expresa: āMuchos docentes en Argentina no tuvieron en su formación cuestiones de gĆ©nero y sexualidades, de modo que el proyecto de incorporar en la prĆ”ctica cotidiana la perspectiva de gĆ©nero y derechos humanos, transversalizar en todas las Ć”reas, hacerlo parte de la vida escolar, las interacciones y expectativas, implica muchos aƱosĀ».
La Ley de Educación Sexual Integral (ESI) va cumplir el 23 de octubre dieciséis años de promulgada. Si bien se trata de una norma completa, inclusiva y con grandes avances en materia de género y diversidad, ha sido aplicada en forma despareja en algunas instituciones. Cada vez mÔs docentes, periodistas, profesionales y académicas/os se posicionan en su defensa, pero como toda letra que disputa sentido, también estÔ expuesta a un permanente cambio y evolución.
Cuando se inició el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo parecĆa haber un acuerdo unĆ”nime acerca de la importancia de brindar mejor educación sexual en las escuelas. Pero ya entonces alertĆ”bamos que muchos (no todos) de quienes se oponĆan a la legalización del aborto antes se habĆan opuesto sistemĆ”ticamente al tratamiento y aprobación de otras leyes que otorgaron derechos, por ejemplo, a campaƱas que promueven el uso del preservativo o de otros mĆ©todos anticonceptivos. Y que es en ese marco que se dificulta el acceso a la ESI en muchas escuelas del paĆsā.
Con mis hijos no te metas
Ā A pesar de la de la aprobación de La IVE hace mĆ”s de un aƱo, los grupos antiderechos siguen operando, y seguimos escuchando de su boca tĆ©rminos que nunca antes habĆamos escuchado, como āideologĆa de gĆ©neroā, o ā#conmishijosnotemetas (asĆ, en formato hashtag). Como entendemos que no todo aquel que estĆ” en contra del derecho al aborto estĆ” en contra de la educación sexual, tambiĆ©n tenemos que tener la templanza y la paciencia para explicar por quĆ© es necesario que el Estado, que la escuela, se metan con sus hijos. Con la misma templanza y paciencia que debemos hacer explĆcito que no se enseƱa a masturbarse con clases prĆ”cticas grupales o que no sólo no se avala la pedofilia, sino que se la considera un delito aberrante.
AdemĆ”s de paciencia y templanza, ĀæquĆ© argumentos nos permiten sobrellevar una sobremesa de asado con algĆŗn amigo o familiar antiderechos (o que estĆ” a favor de la ESI, pero tienen dudas sobre āalgunos puntosā, una especie de #ConMisHijosNoTeMetasDelTodo)?
Ni madres, ni padres pueden decidir si sus hijas e hijos reciben o no educación sexual en la escuela. Porque los niños y las niñas son sujetos de derecho y porque el Estado es el garante. Y que, ademÔs, esto estÔ reconocido en convenciones internacionales ratificadas en la Constitución Nacional y en leyes nacionales como la 26.601 (de derechos de niños, niñas y adolescentes) o la ley de Educación Nacional.
La educación sexual es inevitable, no existe la posibilidad de no educar sexualmente, educamos con lo que hacemos, con lo que decimos y con lo que callamos. Y es a partir de la disparidad de la educación sexual que cada niƱo, niƱa o adolescente recibe en su familia y entorno, y el Estado ofrece los contenidos mĆnimos necesarios para garantizar un piso equitativo entre las infancias y adolescencias de todo el paĆsā.
¿Qué dice la Ley?
La Ley 26.150, sancionada en octubre de 2006 establece que ātodos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos pĆŗblicos, de gestión estatal y privadaā de todos los niveles educativos, desde el inicial hasta el terciario. Se entiende por āeducación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y Ć©ticosā.
La normativa tambiƩn contempla un Programa que describe cinco ejes:
- Reconocer la perspectiva de gƩnero.
- Respetar la diversidad.
- Valorar la afectividad.
- Ejercer nuestros derechos.
- Cuidar el cuerpo y la saludā.
Tal enfoque es transversal en su alcance ya que concibe a la salud sexual no sólo desde un lado reproductivo o ābiologicistaā, sino ademĆ”s incluye sentires y sentidos desde una mirada de gĆ©nero, aspecto que vienen reclamando los feminismos desde hace tantos aƱos.
AnƔlisis de quƩ nos pasa a nosotros los docentes con La ESI
Estoy convencido que la letra de la ley choca contra la realidad. AcÔ vemos una ley que, en realidad, nos interpela. Los docentes coinciden en general que la variedad de la aplicación se relaciona con lo que esta norma genera en cada docente o director/a. Lo que se pone en juego con la ESI es, también, la manera en que fuimos educadas/os y la forma en que nos construimos y percibimos como sujetos con cuerpo e interacción social. Cuando se empieza a trabajar es posible que surjan distintos temores generalmente basados en creencias, estereotipos, tabúes y prejuicios que fuimos incorporando. Cuestiones de la experiencia adquiridas a lo largo de nuestras vidas, nuestra cultura estÔ llena de mitos vinculados a la sexualidad de cada sujeto, creencias que pueden parecer inocentes incluso inofensivas pero suelen encerrar prejuicios y tabúes, estas creencias, casi siempre son frutos de la falta de información y pueden producir consecuencias no deseadas, que fueron formateando nuestras representaciones sociales.
Tenemos entonces una legislación nacional que ampara a docentes e instituciones para desarrollarla con libertad o, al menos, con un respaldo legal bajo el brazo. Sin embargo, su implementación hace que las y los docentes reclamen tambiĆ©n capacitaciones e instancias de intercambio como āarmar redesā y ācompartir recursosā de manera de desconstuirnos y volver a empezar en el tema. Los docentes debemos saber que los chicos pueden pensar diferente a sus padres y tienen derecho a buscar sus propios argumentos, porque los adultos no son los dueƱo de la verdad. Los hijos no son una extensión de los cuerpos de sus padres, son seres humanos que pronto tendrĆ”n autonomĆa en sus acciones y necesitan desarrollar sus propios puntos de vista sobre lo que pasa en este mundo.
AdemÔs, hay temas que los padres desconocen, sus realidades los exceden; porque vienen de otro tiempo y en muchas cosas se quedaron atrÔs. Ellos tienen todo el derecho de ser distintos a sus padres, necesitan a los docentes, a los referentes de cada comunidad, a los que piensan distinto, a los medios de comunicación y al Estado. Los padres deben confiar en el colegio que eligieron para ellos y en los docentes y directivos que lo componen.
Por mĆ”s empeƱo que pongamos, la relación āpadre-hijo adolescenteā estĆ” teƱida de subjetividades propias del vĆnculo, que hacen que, a veces, sea difĆcil hablar sobre la sexualidad, porque este mundo tecnológico, enredado y virtual, muchas veces los atropella, los llena de información confusa y falsa, cercĆ”ndolos en algoritmos que les recortan la capacidad de entendimiento de las diferencias.
Por mĆ”s vigilancia digital que instrumentamos, la adolescencia desarrolla mecanismos de defensa, zonas de opacidad totalmente normales y necesarias. Por mĆ”s que en casa charlemos, discutamos y pongamos los temas sobre la mesa, hay un Ć”mbito de la intimidad de los adolescentes que desconocemos y que ellos vivirĆ”n a su manera como puedan y sientan, y se prefiere que cuenten con la información adecuada para tomar decisiones. A pesar del exceso de información al que tienen acceso, las estadĆsticas que miden las enfermedades de transmisión sexual crecen mes a mes.
Tengamos presente que el embarazo adolescente es una realidad y afecta a niƱas y a niƱos cambiando sus vidas para siempre. La Ley de Educación Sexual Integral sirve para ayudarlos a reconocer situaciones de abuso o violencias de todo tipo; para que aprendan a denunciar situaciones propias y de sus pares, tambiĆ©n para que aprendan a construir parejas democrĆ”ticas y vĆnculos sanos. Los adolescentes pueden equivocarse, como tantas veces nos hemos equivocado los mayores, pues los errores daƱan su salud y su futuro, porque no queremos que juzguen ni que sean juzgados por sus elecciones. Si el resultado final es un joven autónomo, informado, con independencia de criterio y argumentos propios, podremos decir que la educación en este sentido ha cumplido con unos de sus objetivos importantes. SĆ, la primera reacción, es decir: falta capacitación docente, que se escucha frecuentemente, creo que faltan polĆticas pĆŗblicas efectivas en el tema.
Espacios de capacitación hay, pero muchas veces falta el interés de los docentes en tomar algo que se presenta como novedoso, por las propias resistencias personales, subjetivas, generacionales. No creo que sea el principal obstÔculo para la implementación de la ESI. Pero sà los docentes en general tenemos que hacer un ejercicio mÔs constante de revisión de nuestras prÔcticas para ver cómo incorporamos los contenidos de la ESI o para ver cómo mejoramos los propios contenidos de nuestras planificaciones y programas y poder trabajarlos transversalmente. Otra de las dificultades para la implementación de la ESI tiene que ver con la organización institucional de cada escuela. En muchas de ellas con las que trabajamos y otras que sabemos por consultas a colegas, hay muchos docentes capacitados, formados, con ganas pero que terminan en propuestas aisladas, talleres no sistemÔticos, lo que pasó por ejemplo en nuestras escuelas, los docentes de la Modalidad jóvenes y adultos, en casi 16 años que estÔ promulgada la ley, solo tuvimos algunas jornadas de capacitación muy precarias, en lo colectivo nada mÔs y esto no puede ser.
Entonces ahĆ me parece importante hacer una propuesta, que consiste en que La Provincia de Córdoba a travĆ©s del Ministerio de Educación y Las Universidades pongan en juego estrategias y tomen como prioritario la capacitación de docentes y padres, porque es muy indispensable, con el agregado de los directivos y de la conducción de la escuela para pensar institucionalmente la ESI es decir construir colectivamente una reflexión y anĆ”lisis crĆtico para que no quede a la voluntad de lxs docentes que nos formamos ni a merced de los padres, Porque La Educación Sexual Integral es un Derecho para nuestros pibes, y si es un derecho estĆ” la necesidad de implementarlo.