El mercado ganadero muestra una revalorización impulsada por factores políticos, financieros y productivos a pocos días de las elecciones legislativas.
A días de las elecciones legislativas, el factor político vuelve a incidir en los mercados agropecuarios. La incertidumbre que generan estos procesos, en una economía todavía vulnerable, aparece como uno de los motores detrás de la revalorización que está mostrando la hacienda, especialmente el precio de la invernada, según un informe del Rosgan.
El fenómeno no es nuevo. Desde 2019, la hacienda —y en particular el ternero de invernada— ha sido utilizada como activo de refugio frente a períodos de alta incertidumbre política y cambiaria. En la actualidad, si bien los fundamentos productivos del negocio ganadero son sólidos, comienzan a observarse factores financieros y estratégicos que también impulsan la demanda.
Durante el remate mensual realizado en Rafaela, Rosgan registró valores excepcionales en todas las categorías, con subas del 5% al 8% mensual en el segmento de terneros machos y hembras. El índice de referencia del Ternero Rosgan alcanzó los $4.537 por kilo, lo que implica un incremento del 8,1% respecto de septiembre y del 47,9% en lo que va del año.
En perspectiva histórica, el valor actual del ternero —medido en pesos constantes ajustados por inflación (IPIM)— se ubica 40% por encima del promedio de los últimos 15 años, siendo el tercer nivel más alto desde 2010, detrás de los picos registrados en diciembre de 2015 y diciembre de 2021, ambos asociados a contextos de fuerte inestabilidad política y cambiaria.
Un componente estacional marcado
Más allá de la coyuntura política, los analistas de Rosgan destacan la incidencia estacional en el comportamiento de los precios. La salida de los terneros de los campos genera picos de oferta que presionan a la baja, seguidos por períodos de escasez —como los meses de septiembre a diciembre— que tienden a impulsar los valores al alza. En promedio, los precios de la invernada durante este período se ubican entre 2 y 7 puntos por encima del promedio anual.
Tomando como base el primer trimestre de 2025, cuando el valor promedio fue de $3.680 por kilo en pesos constantes, el ajuste estacional esperado situaría los precios de octubre en torno a $3.838 por kilo. Sin embargo, el mercado está convalidando valores 18% superiores, lo que sugiere una prima atribuida a factores de cobertura y expectativas cambiarias.
Estrategia y refugio de valor
Según Rosgan, quienes validan estos precios lo hacen previendo una posible suba del tipo de cambio y buscando refugiarse en activos reales. Aunque no se anticipa un desenlace tan disruptivo como el de 2023, el mercado ya incorpora un nivel de previsión frente a la volatilidad política y económica.
A diferencia de otros momentos en los que el ternero fue demandado principalmente como resguardo financiero, el contexto actual ofrece fundamentos productivos sólidos. Los compradores no solo buscan preservar valor, sino también posicionarse estratégicamente ante un escenario de escasez futura de hacienda y una demanda sostenida de carne para los próximos dos o tres ciclos productivos.
En síntesis, el alza de precios de la invernada refleja una combinación de estacionalidad, cobertura e inversión estratégica, en un mercado donde el refugio de valor y las perspectivas de rentabilidad ganadera vuelven a converger.
Fuente: TodoAgro