El jefe de Gabinete, NicolÔs Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, serÔn los funcionarios que recibirÔn a la comitiva del organismo multilateral. Adorni dijo que el acuerdo estÔ «virtualmente caído», por lo que el Gobierno deberÔ buscar un entendimiento con el Fondo para despejar incertidumbres económicas.

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegarÔs el próximo jueves al país para renegociar el acuerdo alcanzado con la anterior gestión por el pago de una deuda estimada en alrededor de 45.000 millones de dólares, entendimiento que se considera «virtualmente caído».

El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo este martes -en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno- que el objetivo de la visita es renegociar el acuerdo que el FMI suscribió con la anterior administración y que estÔ «virtualmente caído» debido a que el país «no cumplió» las condiciones acordadas.

En la tarde de este martes, el FMI confirmó que un equipo técnico encabezado por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja arribarÔ el próximo jueves a la Argentina con el objetivo de continuar las negociaciones sobre la séptima revisión del programa acordado por el organismo con la anterior administración.

«Nuestro objetivo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso para restablecer la estabilidad macroeconómica en beneficio de Argentina y su gente. También podemos confirmar que las autoridades han ejercido su derecho como miembro del FMI de agrupar las recompras que vencen en enero y abonarlas a finales de mes», señaló un portavoz del organismo ante la consulta de Télam.

Los funcionarios del FMI serÔn recibidos por el jefe de Gabinete, NicolÔs Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, detalló Adorni.

En la víspera del año nuevo, el Banco Central emitió un informe de objetivos para 2024 en el que afirmó que «se ha progresado rÔpidamente en el dialogo formal con los organismos internacionales, incluyendo el Fondo Monetario Internacional».

Según el Banco Central, un «objetivo central es despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital».

Esa incertidumbre, continua el documento que estÔ publicado en la pÔgina web del BCRA, «responde a la obligación que enfrenta la Argentina de iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto de este mismo año», precisó la entidad que preside Santiago Bausili.

Adicionalmente, señaló que «el Gobierno harÔ los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevarÔ a cabo negociaciones adicionales que considere contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes».

En el tradicional contacto con la prensa, Adorni no dio detalles sobre qué aspectos se pondrÔn sobre la mesa de negociaciones que se abrirÔ en los próximos días entre el FMI y el gobierno de Javier Milei, que asumió el 10 de diciembre pasado.

Días atrÔs, el ministro Caputo negó que se haya acordado la llegada de fondos frescos provenientes del FMI.

También ratificó el cumplimiento de los compromisos de deuda, en el marco del acuerdo pactado por la gestión anterior.

En enero, Argentina debe abonar unos U$S1.900 millones de vencimientos

Por lo pronto, en enero Argentina debe abonar unos 1.900 millones de dólares de vencimientos y, aunque no lo comunicaron formalmente, en el Gobierno dejaron trascender que harÔn uso de la posibildad de extender el plazo hasta fin de mes.

El viernes pasado comenzó a regir del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 que apunta a la desregulación de la economía argentina, a partir de la modificación y derogación de cientos de leyes.

El documento significa una profunda reforma del Estado y sus funciones, a la vez que pone fin a la ley Alquileres, de lĆ­mite a la tenencia de tierras de parte de extranjeros, y de la ley de Abastecimiento, entre otras iniciativas.

También prevé la flexibilización del mercado laboral y la privatización de empresas públicas, entre varias reformas que fueron explicitadas en los 366 artículos

AdemÔs, Milei envió un paquete de medidas bajo el paraguas de una «Ley ómnibus», que incluye al DNU, establece una delegación de facultades del Congreso a favor del Poder Ejecutivo, entre otras cuestiones relevantes.

El proyecto de ley ómnibus deberÔ ser tratada durante el período de sesiones extraordinarias del Congreso.

El DNU, por su parte, deberÔ ser analizado inicialmente por la Comisión Bicameral Permanente de TrÔmite Legislativo del Congreso, un organismo integrado por ocho diputados y ocho senadores que debe emitir un dictamen sobre el fondo y la forma del decreto que, luego, deberÔ ser analizado por ambas cÔmaras.

El DNU puede ser rechazado u aceptado por mayorĆ­a absoluta de los presentes, y no se pueden introducir modificaciones ni agregados.

Si ninguna cƔmara lo trata, quedarƔ vigente. Si una cƔmara lo acepta y la otra lo rechaza, continuarƔ vigente.

En tanto, si es rechazada por ambas cƔmaras, puede quedar nula, o bien eventualmente podrƭa expedirse sobre el asunto la Corte Suprema.

Los términos del DNU y de los lineamientos contenidos en el proyecto de ley ómnibus significarían un ajuste en el gasto mÔs severo que el que pide el FMI para continuar con el acuerdo vigente.

Otro elemento que el Fondo puso sobre la mesa es la necesidad de exista apoyo polĆ­tico para poder llevar adelante el programa.

Fuente: TƩlam