El Obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona aseguró que la Iglesia tiene en el sur de Córdoba numerosas tareas que afrontar para cambiar la realidad espiritual de la gente, pero que no se cansa de llevar un mensaje cargado de esperanza. Al ser entrevistado sobre diversos temas, destacó la ordenación de cuatro nuevos sacerdotes y mostró su preocupación por el avance del narcotráfico, “que se ha generalizado muchísimo”. Acerca de la pobreza, expresó que es necesario tomar nuevos parámetros en las mediciones que efectúa el INDEC. Pidió tener para la vida una actitud de esperanza en Dios “que no abandona a su pueblo”.

En el comienzo de su diálogo con Multimedio La Ribera, señaló que “en los dos últimos años estamos viviendo como Iglesia diocesana un tiempo muy grato ya que entre el 2023 y el 2024, nosotros hemos tenido un jubileo por los 90 años de la Diócesis y al finalizar el mismo pocos días después, entramos en el jubileo que inauguró el Papa Francisco que se hace cada 25 años”.

Al Jubileo se lo tituló “Peregrinos de la esperanza” y Uriona sostuvo que “seguimos trabajando en esa línea”. “Además, este año hemos vivido cuatro ordenaciones sacerdotales de jóvenes que se venían preparando hace algunos años en el Seminario” y esto significó “un nuevo impulso con gente que viene con ganas de trabajar pastoralmente. Estos dos don los acontecimientos más importantes”.

Con un marcado optimismo el obispo dijo que en los dos últimos años se ha rezado con entusiasmo por las vocaciones, lo que muestra una realidad que es característica en el sur cordobés, de tener material humano para darle continuidad al Seminario Mayor e ir de este modo cubriendo las parroquias en su atención hacia los fieles.

Para el obispo, mucho tuvo que ver en estos últimos años la pandemia que azotó al mundo entero y que obligó a suspender actividades de concurrencia masiva, para tener posteriormente que afrontar la no poco compleja tarea de convocar a que los fieles –especialmente la gente mayor- retomaran su concurrencia a los templos.

Como señaló, el jubileo realizado entre 2023 y 2024 por los 90 años de la diócesis sirvió como un motivo natural para retomar a pleno las tareas. “El jubileo fue una renovación ya que el papa Francisco le dio una impronta muy particular a nuestra iglesia católica”, expresó Uriona.

Al ser consultado sobre la tarea de evangelización, aclaró que la dinámica que se emplea es diferente en la ciudad que en el interior y reconoció que “nos falta mucho todavía” para “llegar más al corazón de los jóvenes y que descubran a Cristo como el sentido de sus vidas”. “Percibimos una sed de las familias, en acercarse más a los sacramentos y vemos que los frutos se van dando”, dijo Uriona y puso como ejemplo, el incremento de la presencia en los retiros que se concretan en todos los rincones de la diócesis.

La droga, una situación difícil

Al referirse a la realidad que diariamente deben enfrentar los argentinos, dijo que es una realidad “difícil por muchos sentidos, pero fundamentalmente en lo social. Tenemos el avance del narcotráfico, la violencia que se da a veces en las calles, la inseguridad y también la desintegración familiar que son desafíos que se deben enfrentar desde la tarea pastoral”.

Al ahondar sobre la droga, expresó que el flagelo “se ha generalizado muchísimo “y “en donde hay mayor posibilidad económica, la droga crece más y desafortunadamente uno a veces ve que no hay, no hubo políticas del Estado para combatirla y también para ayudar a quienes han caído en ella. Nosotros como Iglesia, nuestra tarea es ínfima pero a pesar de ello, siempre el granito de arena que se aporta, es a través de la prevención y de los Hogares de Cristo”, destacó.

Explicó que el Hogar de Cristo es una institución que surgió en las villas de Buenos Aires y que se propagó por todo el país, como una forma de buscar a través de la prevención, cómo acompañar a los niños y jóvenes para poder salir de una situación tan difícil. “La droga, ustedes saben, es algo atrapante y es un modo de esclavitud muy fuerte y creo que hay que trabajar mucho con las familias porque todo comienza allí: cuando no hay acompañamiento, o abandono por parte de los padres, los chicos están muy desamparados”.

Reconoció que no hay muchos sacerdotes que se dediquen directamente a esta tarea, pero contrapuso que “cuando hay actividad con los niños y los jóvenes en nuestras parroquias, y sienten un lugar de acogida, eso es un modo de poder luchar preventivamente contra ese flagelo. En Río Cuarto la institución Hogar de Cristo funciona en la parroquia San Pantaleón y tiene ramificaciones en distintos lados para ayudar a luchar contra esto desde las pocas posibilidades que tenemos, ya que ustedes saben, el narcotráfico tiene un poderío muy grande”.

Las cifras del INDEC y la pobreza

Al ser consultado acerca de los datos que reveló el INDEC donde el gobierno remarca una baja de seis puntos en el índice de pobreza en el semestre, Adolfo Uriona expresó que “ustedes saben que los datos del INDEC que miden la pobreza deberían tomar también otros puntos en consideración. Siempre se midió de la misma manera, y creo que como dice la Universidad Católica se necesitan buscar otras variables para tener datos más fehacientes”.

“Esto siempre se manejó así y el dato objetivo que tenemos es que bajó la pobreza. En nuestra ciudad, lo destacan, que fue una cosa totalmente excepcional ya que bajó un treinta por ciento en un año. Creo que si la inflación baja es un elemento que ayuda para la baja de la pobreza. Pero insisto, hay que bus car otras variables más, para que pueda medirse de una forma más objetiva y más real”.

Mensaje y bendición

“Mi mensaje para todos siempre es el mismo. El cristiano tiene por el bautismo tres virtudes que son: fe, esperanza y caridad, que nos vienen de Dios. La esperanza es una virtud teologal que se funda en Dios. En los momentos de crisis la esperanza tiene que salir a relucir. La esperanza en ese Dios que no abandona a su pueblo y en nuestra madre la Virgen que también siempre está a nuestro lado, a que nos ayude a seguir caminando en medio de las luchas cotidianas que son muchas, y a motivar a todos los cristianos y hombres de buena voluntad a que descubran en la esperanza, un camino real para salir adelante en medio de las dificultades”.