Por Fidel Ontivero.Ā
El dĆa de los enamorados de un tórrido verano de 2025 se transformó en la peor jornada de Javier Milei en lo que lleva como Presidente de la Nación.
Aquel viernes 14 de febrero, apenas pasadas las 18 horas, Javier Milei tomó su telĆ©fono celular, ingresó a su cuenta de la red social X y realizó un posteo que le traerĆa largos y agudos dolores de cabeza. Milei ādifundĆaā la criptomoneda $Libra asociando su mensaje a un supuesto incentivo y apalancamiento financiero para los sectores pymes de la Argentina bajo el slogan āViva la Libertad Projectā. Cuatro horas mĆ”s tarde, luego de desatarse una furia que arrebató la friolera de 100 millones de dólares a miles de personas en distintas partes del mundo, Milei borraba la propaganda twittera.
AsĆ fue como nació la estafa mĆ”s grande de la historia moderna en la cual haya participado de forma protagónica y crucial, el primer mandatario de un paĆs.
Luego sobrevivieron la aparición de personajes nunca antes conocidos para la vida institucional argentina que rÔpidamente ganaron fama y llenaron las tapas de los principales matutinos: el joven cripto empresario yanki Hayden Mark Davis, el proveedor de infraestructura virtual de Singapur Julian Peh, el empresario argentino cofundador de Tech Forum y la consultora N&W Professional Traders Mauricio Gaspar Novelli, el youtuber cripto español Manuel Terrones Godoy, el asesor de la Comisión Nacional de Valores Sergio Morales, entre otros.
El escĆ”ndalo creció de inmediato y rĆ”pidamente llegó al Congreso de la Nación a travĆ©s de una catarata de proyectos y expresiones en el recinto para que los funcionarios involucrados den la cara.Ā
El primer fracaso fue en el Senado, siete dĆas despuĆ©s del fatĆdico 14 de febrero. Hubo una sesión especial donde, bochorno mediante, el radicalismo en cabeza del jefe de bloque Eduardo āPetecoā Vischi quien habĆa firmado el proyecto de resolución solicitando la creación de una comisión investigadora, minutos despuĆ©s votó en contra en el recinto y se cayó (por un voto) la posibilidad de crear el Ć”mbito de investigación de la estafa $Libra.
Aquella tarde, varios observadores avezados de la cĆ”mara alta, vieron como en una larga y dilatoria perorata, el jefe de bancada del peronismo JosĆ© Mayans, se enfocó con un Ć©nfasis brutal e inusitado sobre las conductas de los senadores MartĆn Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, aliados obligados para ese momento. Mayans sabĆa que los votos de su interbloque eran necesarios, pero no suficientes para ganar una votación caliente que hacĆa crujir las paredes de la Casa Rosada. La votación fracasó.
Obturada la temÔtica en el Senado el intento de abrir la investigación en el Congreso pasó a ser tema de la cÔmara baja.
El 12 de marzo el tema llegaba al recinto, pero reciĆ©n era aprobado dos sesiones despuĆ©s. El tiempo de dilación le sirvió al Presidente de la CĆ”mara, MartĆn Menem, a negociar, bloque por bloque, la composición de esa comisión investigadora.Ā
Cabe remarcar, que MartĆn Menem, desde el inicio mismo de su gestión, incumplió de manera sistemĆ”tica el reparto en las comisiones, en la designación de autoridades y en la cantidad de miembros segĆŗn la proporcionalidad de los bloques legislativos. MĆ”s allĆ” de algĆŗn reclamo al pasar, nunca durante un aƱo y medio, el kirchnerismo hizo un planteo serio, ni formal, ni judicial de esta falta grave de la vida interna del Parlamento. Se la dejaron pasar, como se dice coloquialmente. Muy probablemente, definición polĆtica tomada bajo aquella indicación primigenia de Cristina FernĆ”ndez de Kirchner de no disputar la presidencia provisional del Senado ni la presidencia de la CĆ”mara de Diputados, dado que hay un mandato implĆcito del electorado de ādejarā las autoridades mĆ”ximas del Poder Legislativo a quien ganó las elecciones presidenciales. Republicanismo de galera y bastón.Ā Ā
Llegado el momento del armado de la Comisión Investigadora Espacial $Libra nada cambiarĆa, MartĆn Menem volverĆa a incumplir la distribución armoniosa de lugares segĆŗn los bloques. Y hasta contó con la ayuda āinvoluntariaā del jefe de bancada GermĆ”n MartĆnez quien mandó a armar un nuevo interbloque perdiendo a las diputadas Julia Strada y Mónica Macha en alianza con diputados de izquierda. Jugada reactiva ante una maniobra de Menem y Ritondo de redistribuir diputados por interbloque para ganar en proporcionalidad.
Todos esos movimientos tĆ”cticos, difĆciles de traducir para el comĆŗn de los mortales, tuvieron como resultado un inĆ©dito empate entre oficialistas y aliados versus opositores en sus distintos pelajes.Ā
La situación ha desencadenado en situaciones nunca vistas en el Congreso: como que una comisión no tenga autoridades electas, como que las reuniones se han realizado bajo la comandancia del Secretario Parlamentario y no por un diputado miembro de la cĆ”mara, como que no hay posibilidad real de que dictamine con una mayorĆa y una minorĆa. Una gran comedia de enredos mĆ”s que la vida institucional de uno de los poderes del Estado.
Por caso, la situación vergonzosa, vista por todos ayer en el recinto de Diputados, es un capĆtulo mĆ”s de esa zaga. Los pasillos del ante recinto fueron testigos de que la sesión tenĆa un destino anticipado, que no siguiera mĆ”s allĆ” de los emplazamientos por los temas de financiamiento universitario y el Hospital Garraham. DespuĆ©s la sesión se tenĆa que caer, no sea cuestión que los cordobeses se lleven los laureles de suprimir las retenciones al campo. Y la Ćŗnica forma de terminar una sesión con amplio temario antes de tiempo es con un escĆ”ndalo mediante.Ā
No fueron espontĆ”neas las palabras, los tonos, los epĆtetos, cuando los micrófonos se prenden a la izquierda del recinto. Tampoco lo son las respuestas acaloradas y a los gritos a la derecha del hemiciclo.Ā
Nada es accidental. El diputado Maximiliano Ferraro intentaba volver discutir en el recinto, la amañada composición y pésimo funcionamiento de la Comisión Investigadora Especial $Libra. Nada es casualidad, todo es causalidad.
Le sirvieron en bandeja a MartĆn Menem (a Javier y Karina Milei), quien con disimulo y haciĆ©ndose el distraĆdo, dijo al micrófono una vez mĆ”s, que se habĆa perdido el quórum y la sesión se levantaba.Ā Ā