Ubicado en el centro de la provincia de Córdoba, en plena zona agrícola-ganadera, Ticino se caracteriza por depender casi exclusivamente de la producción manicera, la soja y la actividad láctea. Su intendente, Gabriel Cañas, describe al pueblo como de “ADN italiano, español y trabajador”, con un fuerte vínculo con la industria que sostiene su desarrollo y que cada agosto celebra la tradicional Fiesta Patronal.

Una de las particularidades que distingue a Ticino es el aprovechamiento de la cáscara de maní como fuente de energía. El subproducto, proveniente del proceso productivo de la firma Lorenzatti, Ruestch y Cía., se utiliza en la Generación Ticino Biomasa (GTB), una central eléctrica pionera en el país. La empresa, con más de 50 años de trayectoria en la industria, inauguró hace una década una planta que transforma este residuo agrícola en electricidad. Hoy, la energía producida se inyecta a los sistemas interconectados y, en caso de cortes prolongados, permite abastecer directamente al pueblo.

Cañas, quien lleva un año y medio de gestión, reconoce que el contexto actual es desafiante. “Apuntamos a ser eficientes, reducir gastos y no descuidar la recaudación”, señala, en referencia a las medidas que aplica la administración municipal para sostener el funcionamiento de los servicios.

El intendente remarca que la coyuntura económica golpea a toda la comunidad, por lo que considera fundamental una gestión ordenada. “Muchas veces los municipios son el primer lugar al que recurre la gente ante la ausencia del Estado Nacional para resolver problemas cotidianos”, advierte.

Fuente: TodoAgro