“El sur también existe” desplegó su segunda edición y soplaron vientos teatrales en la ciudad.

Como cada vez que se corre el telón fue posible “vivir una experiencia comunitaria”, “establecer un vínculo muy especial que tiene que ver con la confianza en el otro, ‘yo me voy a creer lo que está acá’, y del que participan todos”, tal lo señaló Daniela Fuentes, responsable de Arte y Cultura de Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

A los beneficios artísticos se sumaron los económicos para la ciudad. Si bien en menor escala comparado con los visitantes para competencias automovilísticas nacionales, fue notoria en cafés y comedores del centro la presencia de los elencos, algunos con camperas identificatorias, de Achiras, Villa Huidobro, General Levalle, Italó, Adelia María, Vicuña Mackenna, Laboulaye, Bengolea, General Deheza.  

Unos y otros se mostraron “súper agradecidos” por lo que “para ellos significa” ser parte de esta propuesta que coorganizaron la UNRC, Cultura de Córdoba y la Municipalidad de Río Cuarto. Algunos, con más experiencia, se dedicaron a repasar lo hecho para representarlo mientras otros remontaron sus barriletes artísticos por vez primera en la capital alterna de la provincia.

Fuentes manifestó que hubo “devoluciones muy positivas” por cuanto “no ha sido común que se convocara a pueblos de la zona, en un encuentro de casi cuatro días y con todos los espacios de la ciudad a disposición”. En efecto, las obras y los talleres formativos tuvieron lugar en variados ámbitos: Teatro Municipal, Teatrino de La Trapalanda, Centro Cultural Leonardo Favio, sala Mascaviento, espacio Las Hijas de Susú y local de Liga de Madres de Familia.

“Delete/ Perritas/ Cintas/ La castración” fueron las piezas a cargo del grupo de Teatro de la UNRC que dirige la profesora Fernanda Oro. Se sumaron a “Achiras varieté”, “Latido indómito”, “Los opas”, entre otras como “Made in Lanús”, que ilustra la disyuntiva entre la pobreza en la querencia o los sueños de prosperidad en tierra lejana. O como “La fiaca”, una que sabemos todos.

“El sur también existe” permitió reflexionar acerca del carácter de algunas normas. Fue gracias a Antígona Vélez, mujer condenada a muerte al resistirse a aceptar la ley por la cual el cuerpo de quien es juzgado traidor queda insepulto, a merced de aves carroñeras. 

Hay para remediar “situaciones muy escondidas por debajo, en pueblos y ciudades”. Ante “horizontes poco promisorios”, juntarse “con un objetivo común, colectivo” es “muy salvador, terapéutico en el sentido artístico”, consideró Fuentes. “No es solo una necesidad del artista, es del pueblo”, añadió y enfatizó cuán “alimenticio para el alma” es “vivir otros universos simbólicos, explotar la imaginación para ser otro”.

En cuanto al carácter del encuentro regional que se realizó del 12 al 16 en Río Cuarto, la coordinadora de Arte y Cultura de la UNRC remarcó que en la zona existe “mucha experiencia de teatro; no es que de acá enseñamos a los demás”. Sostuvo lo útil de “visibilizar y valorizar lo que se hace” por acá en lugar de estar “siempre esperando” que vengan compañías metropolitanas. Asimismo, recordó que el modo de desarrollo de la actividad fue acordado en encuentros previos que hubo en La Carlota y Mackenna y adelantó que “vamos a volver a conversar para establecer qué nos parece más conducente” con vista a la edición 2026 de “El sur también existe”.