A través de la Resolución 98/2025, publicada este martes en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional oficializó la eliminación del peso mínimo obligatorio para la faena de ganado bovino, medida que entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2026. La normativa marca un giro en la política de intervención sobre el mercado cárnico, al dejar sin efecto un requisito que regía desde hace casi dos décadas.

La Secretaría de Agricultura argumentó que la decisión busca “mejorar la interacción entre la oferta y la demanda, impulsar la producción ganadera y contribuir a una baja en los preciosâ€, al tiempo que promueve mayor autonomía para los actores del sector.

Según detalla la resolución, las sucesivas modificaciones que se habían introducido a esta normativa a lo largo de los años generaron un escenario de incertidumbre normativa, limitando la previsibilidad necesaria para planificar el ciclo productivo y restringiendo la libertad del productor para definir sus estrategias de manejo en función de sus objetivos técnicos y económicos.

Hasta ahora, el régimen vigente desde 2019 establecía un peso mínimo de faena de 165 kilogramos de res para machos y de 140 kilogramos para hembras. A partir de 2026, productores y frigoríficos podrán determinar libremente el peso más conveniente para el destino de su producción.

Desde Agricultura sostienen que en la actualidad “los productores cuentan con los conocimientos técnicos, la experiencia y las herramientas de gestión necesarias para definir el momento óptimo de faenaâ€, y que las regulaciones anteriores resultan obsoletas en un contexto productivo más moderno y tecnificado.

“La iniciativa responde a la necesidad de dinamizar la economía y liberar el potencial de los sectores productivos del país, eliminando trabas burocráticas y fomentando un entorno propicio para la inversión, el empleo y la innovaciónâ€, expresó el Gobierno en los fundamentos de la medida.

La decisión es celebrada por sectores vinculados a la producción, que desde hace años venían reclamando mayor flexibilidad normativa. No obstante, algunos especialistas advierten sobre la necesidad de monitorear los impactos que esta liberalización pueda tener en el corto plazo, especialmente en relación a la oferta de animales livianos y su posible efecto sobre los precios y la calidad del producto final.