Por Pablo Gustavo Díaz. Consultor político

El término «círculo rojo» en el contexto político se refiere a un grupo influyente de personas y entidades que incluye a políticos, empresarios, periodistas, líderes de opinión, intelectuales, académicos y figuras destacadas de la sociedad civil, cuyas opiniones y decisiones personales pueden generar un impacto significativo en el establecimiento de la agenda de temas de debate, moldeando la opinión pública y condicionando toma de decisiones políticas y económicas del país.

El concepto de «círculo rojo» se popularizó en la política argentina durante el gobierno de Mauricio Macri, a instancias de su asesor político Jaime Durán Barba, uno de sus mayores detractores. Los detractores del círculo rojo coinciden en criticarlo por sugerir una forma de elitismo en la política, donde un grupo selecto y poderoso de personas ejerce más influencia sobre el gobierno que la propia ciudadanía, pudiendo provocar una desconexión entre las políticas públicas y las necesidades y deseos de la población en general.

La influencia de este círculo elitista de personas se manifiesta muy claramente en los titulares de los diarios y en las editoriales de los columnistas de los diversos medios. La desconexión existente entre el círculo rojo y la mayoría del pueblo argentino pudo notarse en los últimos meses en el tratamiento dispensado al gobierno de Javier Milei por la prensa y los analistas políticos y económicos en sus dossiers y papers reservados, que publican en newsletters bajo suscripción.

Por ejemplo:

Un estudio reservado al que tuve acceso, desarrollado por Mercados & Estrategia sobre 880 publicaciones de política y economía relacionadas a medidas del presidente Javier Milei, seleccionadas al azar sobre 25 fuentes diferentes, en los últimos 6 meses, muestra en el análisis semántico de su contenido, una negatividad del 53% contra un 47% de positividad, con una tendencia in crescendo negativa.

En contraposición la imagen presidencial recogida de numerosas encuestas de opinión pública realizadas sobre habitantes comunes en el mismo periodo de tiempo muestra una positividad del 51% y una negatividad del 42% en promedio, con una tendencia in crescendo positiva.

Esos 11 pp de diferencia en la percepción negativa sobre la imagen de Milei que separan al círculo rojo de la gente común, y cuya tendencia va en crecimiento, muestra la distancia que existe entre los intereses de las elites y el pueblo.