En el Jardín de Infantes “María Frenchia”, alumnos de la Sala de 5 y Sala Múltiple llevaron adelante un proyecto de educación vial, con el objetivo de fomentar desde la infancia conductas responsables en el tránsito, no solo en ellos, sino también en sus familias y en la comunidad.
Las docentes a cargo, Carina Moriena e Ingrid Céliz, contaron en detalle cómo se desarrolló esta propuesta educativa que combina juegos, salidas educativas y tecnología. “Todo estos días estuvimos trabajando sobre Educación Vial. Es un proyecto institucional, pero este año lo enfocamos especialmente en la Sala de 5”, explicó Carina Moriena. “Para empezar hicimos un recorrido por los alrededores del jardín, ellos estuvieron viendo qué señales había, fuimos hasta los semáforos… ahí retaron un poco a las motos porque pasaban en rojo, sin casco”, relató entre risas.
Luego, en el aula, continuaron con actividades didácticas: utilizaron señales de tránsito en miniatura, gráficos y autitos. También trabajaron con una robotita y una alfombra de ciudad, con la que programaban recorridos y verificaban si respetaba o no las señales de tránsito.
Por su parte, Ingrid Céliz, docente de Sala Múltiple, destacó que el proyecto apuntó a iniciar a los niños en conductas correctas como peatones, conductores o pasajeros. “Planteamos un recorrido con observación directa de situaciones reales en la vía pública. Después lo trajimos a la sala mediante juegos y programación con la robotita. Esas actividades lúdicas nos permitieron alcanzar los objetivos del proyecto”, explicó.
Como cierre de esta iniciativa, los alumnos armaron un folleto informativo que fue entregado a sus familias, con el fin de compartir lo aprendido y extender el mensaje de responsabilidad vial también hacia el hogar y la comunidad.
La experiencia no solo permitió que los más pequeños aprendieran normas básicas de circulación, sino que también se convirtieran en multiplicadores de buenos hábitos viales, transmitiendo el mensaje a su entorno con compromiso y entusiasmo.