Después de la jura de Natalia Sarapura en reemplazo de Gustavo Bouhid, la Cámara pasará a tener 117 bancas ocupadas por mujeres sobre 257.

La Cámara de Diputados pasará a tener el mayor número histórico de bancas ocupadas por mujeres -117 sobre 257- cuando en la próxima sesión se formalice la jura de la jujeña radical Natalia Sarapura en reemplazo de Gustavo Bouhid, quien asumió como nuevo ministro de Salud provincial.

La asunción de la actual ministra de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas de Jujuy como diputada nacional llevará el porcentaje de mujeres en la Cámara baja nacional del 45,13% al 45,52%, el máximo registrado hasta el momento.

Sarapura ocupó el segundo lugar en la lista y, si bien la última legislación nacional en materia de cupos establece que los reemplazos en caso de renuncia o fallecimiento se deben hacer por alguien del mismo género, en este caso se acordó alterarlo.

Se puede efectivizar porque el tercer candidato en la boleta de 2021, Gaspar Santillán, a quien le correspondería asumir, continuará como ministro de Trabajo de la provincia y por ende no habrá reclamos judiciales, como si se ha dado en otras provincias en el pasado.

Con el ingreso de Sarapura el interbloque Juntos por el Cambio (JxC) pasará a tener 50 mujeres sobre 116 bancas; en tanto que la UCR llegará a las 10 mujeres, sobre los 33 integrantes del espacio.

De los bloques de mayor volumen de la Cámara, el Frente de Todos (FdT) es el único en cuya integración las mujeres superan a los varones, con 60 sobre 118, es decir el 50,84% de las bancas.

En la oposición, en tanto, sólo la Coalición Cívica supera el 50%, con 7 bancas femeninas sobre 10 -un 70 por ciento-, aunque ese número se licua con el resto de JxC, por lo que la bancada opositora queda en el 43,10%.

Con este 45,13% la Cámara llegó a su porcentaje máximo de mujeres, un importante avance en relación al 3,93% de representación femenina con que se reanudó la vida democrática en 1983.

Para la evolución hacia este porcentaje fueron claves la Ley de Cupo Femenino -que cumplió 30 años de sancionada- y el decreto presidencial que en el año 2000 dio la interpretación de que, más allá de respetar el tercio dispuesto por esa norma, los dos géneros debían estar intercalados en el primer tramo de la lista.

Se sorteó así lo que en los hechos era una realidad: las mujeres eran relegadas al tercer y al sexto lugar de las boletas, por lo que se respetaba el tercio pero las expectativas de ingreso disminuían considerablemente.

El último hito en busca del equilibrio en la representación se dio en 2017, cuando se aprobó la normativa que se comenzó a implementar desde 2019, y que establece la Paridad de Género, con la aclaración de que si algún legislador renuncia a su banca o fallece debe ser reemplazado por otro del mismo género.

Fuente: Télam.