Por Sandra Choroszczucha – Politóloga y Profesora de la Universidad de Buenos Aires. www.sandrach.com.ar
Cantidad de asesores polÃticos suelen afirmar que adular a un candidato/a lo perjudica y marcarle los errores lo beneficia.
Algunas observaciones en ese “ida y vuelta†entre los postulantes a la presidencia durante el primer debate presidencial celebrado el 1 de octubre:
Miriam Bregman y Juan Schiaretti: Bregman, la candidata del Frente de Izquierda de Trabajadores (FIT) demostró una vez más ser una excelsa oradora, mientras aclamaba por un mundo no capitalista que tantas veces la aparta de la concreta realidad. Sin embargo, pudo manifestar con convicción sobre la falta de empatÃa que pueden tener otros candidatos que suponen que es sencillo prohibir una manifestación cuando muchas veces estas ocurren porque las personas están desesperadas debido a la preocupante situación socio-económica. Schiaretti de la nueva fuerza Hacemos por Nuestro PaÃs, careciendo de elocuencia, demostró consistencia; tal vez fue el único candidato que nos contó todo lo que pensaba hacer si llegaba a la presidencia, y cómo lo pensaba hacer, y como ya lo hizo en Córdoba obteniendo buenos resultados. También supo poner en alto los valores de los derechos humanos y hacer un guiño a los radicales, al mencionar a Raúl AlfonsÃn como referente central en la materia.
Javier Milei, Patricia Bullrich y Sergio Massa: Milei volvió a mostrar potencia, una actitud insolente pero no tan descontrolada, excepto cuando se puso a discutir frenéticamente afirmando que no habÃan sido 30.000 los desaparecidos en la última dictadura sino 8.753, y que lo que vivió Argentina en los años ´70 fue una guerra donde el Estado de facto cometió excesos. No llamó tampoco la atención que por momentos insultó, y sà llamó la atención que con frecuencia leÃa lo que decÃa. mirando muy poco al público. Eligió nuevamente confrontar con Massa, y asà de los cinco derechos a réplica que tenÃa, cuatro eligió dirigÃrselos al candidato de Unión por la Patria. Y uno solo dirigÃrselo a Bullrich. Massa hizo exactamente lo mismo con Milei. Nuevamente quedó claro, como habÃa ocurrido en el debate vicepresidencial, que la estrategia entre Milei y Massa sigue siendo confrontar entre ellos, aplicando al mismo tiempo, una suerte de indiferencia hacia Juntos por el Cambio. Una indiferencia por parte de Milei, cargada igualmente de virulencia hacia Bullrich, a la cual volvió a recordarle que habÃa sido montonera. Este embate de parte de Milei no fue bajo una dinámica ofensiva sino más bien defensiva, ya que el libertario supo responder cuando Bullrich le preguntó cómo podÃa construir un nuevo paÃs si se alió con Barrionuevo, a lo cual Milei ni lento ni perezoso le respondió que Barrionuevo era casta pero que ella era más casta que Barrionuevo, y le preguntó “¿acaso seguÃs siendo montonera y tira bombas?†y prosiguió el libertario “…por eso, todos los que quieran cambiar para sumarse a esta revolución liberal para que Argentina sea potencia son bienvenidosâ€.
No fue el único momento en el que a Bullrich se la pudo notar lenta y perezosa, tanto Milei como Massa la corrieron con que no respondÃa sobre su propuesta económica, a Massa no pudo o no quiso explicarle demasiado y a Milei que le insistÃa con que “basta de sarasaâ€, le respondió “mire Milei, usted no me va a decir lo que yo tengo que decir – una respuesta llamativa ya que se trataba del apartado sobre el eje económico-. Cabe esperar que Bullrich haya sentido algún tipo de enfado con sus asesores, porque sobre uno de los tres temas del debate no fue preparada y se notó. Un despertar de Bullrich fue cuando le respondió a Schiaretti que ella iba a gobernar de un modo federal, asÃ, fue la única, con el ex gobernador de Córdoba, que puso énfasis en el desarrollo de las provincias, y en las provincias viven electores provinciales que podrÃan sentirse interpelados por la lÃder de Juntos por el Cambio. Otro despertar de Bullrich fue cuando salió a defender con uñas y dientes al gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, frente a los embates de Miriam Bregman que repetÃa que Morales habÃa reprimido en Jujuy cuando hubo un claro intento de desestabilizar la provincia por un grupo de violentos que hasta quisieron prender fuego la legislatura. Sin embargo y acá distanciándose del radicalismo, Bullrich cuestionó a “la 125†y sorprendió que traiga al debate un tema que pone en el foco de los “acusados†al lÃder de Evolución Radical, MartÃn Lousteau, que es parte de la coalición y obtuvo casi un tercio de los votos de los porteños en las PASO – en el cuarto distrito con más electorado – y que trabaja codo a codo con Maxi Pullaro que obtuvo casi un 60% de los votos de los santafesinos – en la tercera provincia con más electorad- y que lidera a un sector del radicalismo que suma cantidad de militantes y electores.
Para sorpresa de muchos, durante el eje económico no fue sobreexpuesto ni por Bullrich ni por Milei el flagelo de la inflación, estando a centÃmetros del atril del candidato oficialista, ministro de EconomÃa de una cuasi hiperinflación. Tampoco se habló prácticamente de corrupción. Massa, que podÃa haber sido interpelado sin piedad por ser socio fundador del frente que en los últimos cuatro años nos sumergió en la peor crisis desde la vuelta a la democracia, terminó disertando como un gran estadista contándonos sobre su propósito de convocar, si gana, a un gobierno de unidad, invitando “a los mejores de todas las fuerzas, del radicalismo, del Pro y de los libertarios, de todosâ€. Milei le respondió que libertarios no, y le retrucó Massa que libertarios sÃ, que también invitarÃa a libertarios. El ministro Massa, no tuvo que responder a ninguna pregunta demasiado incómoda sobre nuestra inflación que lidera el top 3 a nivel global. Cuando Bregman muy afilada le preguntó “¿cómo puede pasarse de un lado a otro sin despeinarse Massa?â€, el candidato oficialista supo una vez más transformar su miseria en una fortaleza – de oportunista a dúctil – y asà le respondió a la lÃder de izquierda, que él no tenÃa “la mirada mezquina y egoÃsta de creer que es el dueño de la verdad, que cuando ve que hay alguna iniciativa que le sirve a los argentinos la respalda y cuando ve que es mala la rechazaâ€, que acompañó al gobierno de Mauricio Macri cuando lo consideró adecuado, y que tuvo la posibilidad de advertir el riesgo del acuerdo con el FMI que posteriormente tomó Macri; que él estaba donde mejor podÃa aportar para el bienestar de los argentinos. Respondió además frente a una pregunta de Bullrich de “si mejor no es hacer que decirâ€, que por supuesto que sÃ, y que desde hace un año y medio se hizo cargo de la crisis cuando muchos se metÃan debajo de la cama. Por último, Massa se manifestó una vez más mostrándose ajeno a la pésima gestión que lo convoca hace casi cuatro años, comunicando “ahora viene una etapa nueva, mi gobierno, no este gobiernoâ€.
Hablando de Macri, se mencionó a Macri en varios momentos del debate, y no se mencionó ni una sola vez a Cristina ni a Alberto.