El estudio analiza la evolución de los nacimientos entre 2019 y 2024 y las causas económicas, culturales y sociales que explican la disminución de la natalidad. El trabajo integra datos oficiales, de la EPRES y encuesta local aplicada a 111 personas. Propone líneas de acción para las políticas públicas.

El Consejo Económico y Social de Río Cuarto presentó un nuevo informe sobre natalidad que confirma una tendencia sostenida a la baja en la ciudad. El estudio destaca que las transformaciones demográficas influyen directamente en el desarrollo social, económico y urbano, por lo que comprender estos cambios es clave para anticipar escenarios y diseñar políticas públicas.

El informe fue elaborado a partir de datos del INDEC, el Ministerio de Salud, el Registro Civil, el CeCRE, la Encuesta de Percepción de la Realidad Económica y Social (EPRES) y una encuesta local aplicada a 111 personas.

Tendencias locales

Los registros de nacimientos entre 2019 y 2024 muestran un descenso sostenido, con una caída más marcada entre marzo y mayo de 2020, en coincidencia con la cuarentena estricta. La curva local acompaña la tendencia provincial y nacional.

Los datos censales también reflejan menos hijos por mujer y un descenso de los niveles altos de fecundidad.

Fecundidad y composición de los hogares

El estudio marca una fuerte disminución de la maternidad adolescente y un corrimiento de los proyectos reproductivos hacia edades mayores.

Entre los cambios en la composición social se destaca: -estabilidad en la cantidad total de niños, pero con mayor proporción de los de mayor edad dentro del rango infantil.

-Crecimiento de los hogares unipersonales.

-Disminución de los hogares con cinco o más integrantes.

Estos datos evidencian nuevas formas de organización familiar en la ciudad.

Qué piensa la ciudadanía

La encuesta local complementa la mirada estadística con percepciones sociales:

75,7% de las personas encuestadas no tiene hijos.

Entre quienes no son padres, 56,7% desea tenerlos más adelante; 33,3% aún no lo decidió; 10% no planea tenerlos.

75% sabía que la natalidad venía disminuyendo.

63% considera que el descenso es un problema en algún grado.

Entre las principales causas percibidas aparecen factores culturales, económicos, profesionales, educativos y también institucionales y de salud reproductiva.

Factores económicos y de acceso a vivienda

La Canasta de Crianza supera sistemáticamente al Salario Mínimo Vital y Móvil, lo que indica que se necesitan al menos dos ingresos para cubrir los costos básicos.

En materia habitacional, el alquiler es la forma de tenencia predominante y los hogares con jefatura femenina presentan menor nivel de vivienda propia, lo que evidencia mayores niveles de vulnerabilidad.

Licencias, salud reproductiva y cuidados

El informe señala que las licencias familiares mantienen una fuerte asimetría: 90 días para maternidad frente a solo 2 días para paternidad.

Respecto a la salud, el 62% de las mujeres realiza controles ginecológicos anuales, aunque solo el 15% accede a atención psicológica.

La ciudad cuenta con 115 espacios de educación y cuidado para la primera infancia, incluyendo jardines municipales, privados registrados y Salas Cuna, lo que representa una oferta amplia en relación a la población infantil.

Conclusiones y desafíos

El informe concluye que la disminución de la natalidad es un fenómeno estructural, vinculado a transformaciones económicas, culturales, institucionales y globales. La transición demográfica implica desafíos para la planificación urbana, la organización del cuidado y la sostenibilidad social a largo plazo.

El Consejo propone avanzar en políticas orientadas a:

Vivienda: programas de alquiler joven, créditos blandos, apoyo a hogares monoparentales.

Trabajo: ampliación de licencias, medidas de conciliación y espacios de lactancia.

Cuidados: fortalecimiento del sistema municipal y del RUCEIP.

Salud: campañas de controles ginecológicos, salud mental y salud reproductiva.