La intendencia municipal de la localidad cordobesa de Colonia Caroya tomó la decisión de eliminar, a partir del 1° de enero de 2026, el cobro de las Guías de Hacienda Municipales, una tasa que grava el movimiento de animales en pie y que está vinculada al Documento Único de Tránsito (DUT).

Es así como la mencionada localidad se suma a otras que, en el transcurso de este 2025, hicieron punta con una medida similar, tales los casos de La Cesira (en el departamento Presidente Roque Sáenz Peña, el pasado enero) y General Cabrera (en el departamento Juárez Celman, en marzo).

Esta tasa tiene actualmente un costo de $3.700 pesos por animal en el movimiento; la decisión fue acordada entre los productores de la zona, quienes venían reclamando desde hace tiempo esta medida, y la intendenta Paola Nanini.

Desde la Sociedad Rural de Jesús María, se resaltó que esta novedad es “producto del trabajo que se viene realizando con las Rurales del Arco Noroeste”. El presidente de la entidad ruralista, Eduardo Riera, remarcó: “Esperamos que esta iniciativa, reclamada por el sector agropecuario, sea tenida en cuenta por más intendentes y jefes comunales que siguen sosteniendo un peaje que no devuelve ninguna prestación”.

Por su parte, la intendenta Nanini indicó que “es una decisión para colaborar con los productores y el dinero que iba destinado a estas guías se pueda reinvertir en favor de nuestra economía”.

En este caso particular, la medida cobra más relevancia por el hecho de que el predio de la SRJM, en el que se realizan los tradicionales remates de los días lunes, se encuentra ubicado en el barrio de Malabrigo, dentro del ejido de Colonia Caroya.

Bloque de entidades piden eliminación

Las Sociedades Rurales y entidades que integran el bloque del Arco Noroeste, pidieron a través de un comunicado la eliminación de las Guías de Hacienda Municipales y Comunales, una tasa a la que tildaron de “curro”.

Según informaron, durante los últimos días de noviembre, representantes de este grupo ruralista se reunieron con el Ministro de Bioagroindustria de la Provincia, Sergio Busso, a quien se le planteó el problema.

“La autoridad del Poder Ejecutivo provincial, en coincidencia de criterios, reconoció el planteo y se comprometió a trabajar desde su lugar con los organismos de gobierno pertinentes”, detallaron.

“Desagradable costumbre”

Con esos conceptos titularon el comunicado solicitando la eliminación de las mencionadas guías, firmado por las rurales de Jesús María, Cruz del Eje, Villa Dolores, Arroyito y Deán Funes, y por la Asociación Civil de Productores del Departamento Río Primero (ACIPRO).

“El origen de toda tasa municipal o comunal es atender los costos, gastos e inversiones por una prestación de servicios. Más que nunca se debe hacer foco en ese concepto y objetivo. Pues, para los ciudadanos de a pie se acabó la fiesta de cobrar una imposición sin destino de contraprestación”, inicia el mensaje.

Y agrega: “Sin hacer largo el punto y parados en la tranquera o, mejor dicho, en el brete; vemos que otra carga impositiva tienen un actor que hace años aporta y que nada se le brinda. Además, tiene una carga punitiva y de bloqueo. Se trata de las guías de hacienda municipal o comunal. Un impuesto cobrado a todo productor primario para mover el ganado de su tierra, sea una vaquita de un campo de subsistencia o una jaula completa que va a la feria o al frigorífico. Incluso se debe abonar si el movimiento es entre campos propios, una locura adicional”.

Tasas sin contraprestación

Las rurales argumentan que los animales “transitan en rutas y caminos por los cuales ya abonamos como contribuyentes. Además, se venden y generan punitorios provinciales y nacionales que vuelven a los municipios y comunas. Nada del proceso tiene alguna contraprestación local en nuestro arco noroeste. Nada, pero el frasquito de recaudación se sigue incrementando y pasa a ser parte de un presupuesto que vaya a saber de su destino final”.

Y advierten que “esta guía impacta en el costo de la venta y, claro está que, la termina pagando el consumidor final. Aunque volviendo hacia atrás, no tenga ni una sola prestación justificada su cobro”.