China ataca a seguidores del Falun Dafa como lo hace con otras religiones y prƔcticas que se oponen al Partido Comunista Chino, liderado por Xi Jinping.

Falun Dafa naciĆ³ en China a comienzos de la dĆ©cada del noventa, fundado por Li Hongzhi. PromovĆ­a hĆ”bitos saludables en la poblaciĆ³n, punto desde el cual era un aliado del Partido Comunista Chino (PCCH) y, por ende, del gobierno. No tiene agenda polĆ­tica pero sĆ­ tres principios bĆ”sicos: verdad, benevolencia y tolerancia.

Estuvo alineado con otras prĆ”cticas conocidas como quigong que, inspiradas en el taoĆ­smo y el budismo, invitan a meditar para buscar la iluminaciĆ³n. SegĆŗn su sede en Argentina, es una disciplina milenaria de la escuela Buda, para cultivar y refinar cuerpo, mente y espĆ­ritu. Lo definen como ā€œel medio para comprender nuestro origen divino, nuestra misiĆ³n y el verdadero propĆ³sito de la vida humanaā€.

Falun Dafa promueve la realizaciĆ³n de cinco ejercicios fundamentales: Buda elongando mil brazos, postura estĆ”tica de Falun, circulando entre los dos polos, la Ɠrbita cĆ³smica de Falun y reforzando los poderes sobrenaturales. Estas cinco prĆ”cticas no garantizan los resultados si no estaban acompaƱados de una vida moral virtuosa, basada en la verdad, la compasiĆ³n y la tolerancia.

Crecimiento y amenaza
Sin embargo, como indica el portal France24, la prĆ”ctica tuvo un desarrollo exponencial, muy superior a otras prĆ”cticas similares, lo que despertĆ³ el alerta en el gobierno. LlegĆ³ a contar con 70 millones de adeptos en China, los suficientes como para generar desconfianza en el Partido Comunista de China.

Ā«Originalmente no tenĆ­a una base religiosa, pero con el paso del tiempo ha promovido ideas de igualdad entre todos los ciudadanos y un idealismo que escapa de la retĆ³rica comunista, un movimiento de masas que ante una debilidad del estado se ha llevado a su prohibiciĆ³n y persecuciĆ³nĀ», seƱala el periodista e investigador en la City University of Hong Kong, Daniel Madrid, al diario ABC. Ese era el problema. Se escapaba del control estatal.

En la actualidad, las autoridades chinas definen a Falun Dafa como un movimiento no cristiano de ā€œcultos malvadosā€ (o xie jiao) o de supersticiĆ³n. Sin embargo, hasta 1995 no formĆ³ parte del listado de ā€œcultos malvadosā€. Por el contrario, hasta el aƱo 1996 Falun Dafa fue valorado y respaldado por el PCCh e indicado como un ejemplo positivo debido a sus contribuciones al bienestar fĆ­sico y moral de la poblaciĆ³n china.

El rechazo y erradicaciĆ³n buscada por China
El gobierno chino busca erradicar cualquier disidencia con potencial de desafiarlo. Lo hemos contado aquƭ en El Archivo, con el sufrimiento de la comunidad uigur, perseguida y maltratada por el gobierno central de China solo por ser musulmanes. Lo sufren tambiƩn los seguidores del Falun Dafa.

Ā«China no los quiere porque transmiten una filosofĆ­a muy espiritual cuando el Gobierno es marxista [Falun Gong pretende la libertad religiosa de una democracia liberal] y cualquier religiĆ³n es una ideologĆ­a opuesta al Gobierno, como ha ocurrido con la Iglesia CatĆ³licaĀ». SegĆŗn la investigadora de Human Rights Watch Maya Wang, la simple afiliaciĆ³n a Falun Gong puede llevar a un castigo criminal o ilegal en China, donde sus miembros son perseguidos a travĆ©s de detenciones, encarcelamientos y torturas.

El gobierno de China acusa a Falun Dafa de rechazar a la medicina tradicional, lo que afecta la vida de las personas. Aseguran que la prƔctica lleva a las personas a no visitar a mƩdicos, porque hacer creer que un practicante nunca se enfermarƔ. Incluso practicantes desencantados, si bien no avalan esta idea, sƭ aseguran que Falun Dafa lleva a las personas a aislarse del mundo en sociedad y obliga a manejarse con un cƭrculo chico, practicante, cada vez mƔs cerrado y demandante.

En este marco, Carlos Iglesias, abogado especializado en derechos humanos, no duda en afirmar que la extracciĆ³n de Ć³rganos forma parte de Ā«la soluciĆ³n finalĀ» de China para acabar con este movimiento. Ā«Me remonto al 20 de julio de 1999, cuando el presidente chino Jiam Zemin recibe unas estadĆ­sticas acerca de los miembros de Falun Gong y decide acabar con esta prĆ”ctica religiosa dando tres instrucciones: difĆ”menlos, arruĆ­nenlos, elimĆ­nenlosā€, asegurĆ³ a ABC. China es la segunda potencia mundial en trasplantes de Ć³rganos solo por detrĆ”s de Estados Unidos con 10.000 Ć³rganos trasplantados y Ćŗnicamente 37 personas registradas como donantes.

El sufrimiento y la resistencia
Desde que el PCCH decidiĆ³ arremeter contra Falun Dafa en 1999, la campaƱa de persecuciĆ³n interna casi no encuentra precedentes. En el aƱo 2006, unos 100.000 miembros de Falun Dafa habĆ­an sido arrestados y muchos habĆ­an muerto en la cĆ”rcel a causa de torturas o ejecuciones extrajudiciales. Falun Dafa tambiĆ©n denunciĆ³ la prĆ”ctica de Ā«cosecha de Ć³rganosĀ», que mencionamos mĆ”s arriba, destinada al trĆ”fico.

A pesar de los esfuerzos del gobierno de Xi Jinping, hoy, Falun Dafa se mantiene vivo en China, donde miles y miles de personas se arriesgan a practicarlo y ser arrestados. Pero, sobre todo, en el exterior, lo que lo convirtiĆ³ en la peor pesadilla en el extranjero para la imagen y las relaciones pĆŗblicas de China. Existen comunidades exitosas en el exterior y se organizan manifestaciones diarias contra el PCCh frente a las embajadas chinas y los consulados chinos. Esto no solo permite mantener vivo al movimiento, sino que ademĆ”s mantiene firme la condena al gobierno chino, porque es un medio para dar a conocer al mundo que el PCCh aplica torturas y sustracciĆ³n de Ć³rganos a sus devotos.

Gentileza: www.elarchivo.com