Jessica Erazo es doctora en Ciencias Biológicas, obtuvo una beca de investigación para jóvenes del programa MOPGA y estudiará en Francia sobre el cambio climático y la resiliencia de los hongos toxicogénicos .

Durante doce meses analizará la capacidad de los hongos que producen sustancias tóxicas para adaptarse al calentamiento global. Estudia las posibles modificaciones de estos organismos, para predecir y anticipar los posibles riesgos de contaminación en cultivos de trigo. Fue seleccionada junto a otros 39 jóvenes de distintos lugares del mundo.

Viajará con el objetivo de diseñar estrategias que permitirán dar una señal de alerta frente a los riesgos que implicarían las nuevas condiciones climáticas en relación con la presencia de micotoxinas en los principales cultivos de países agro-ganaderos, como Argentina, y sobre la posible presencia de nuevas micotoxinas que podrian emerger en este escenario de calentamiento global.

“Estoy interesada en la producción de cultivos, específicamente trigo, y el efecto del cambio climático sobre los hongos patógenos que causan enfermedades en el cultivo. Quiero combinar las modernas técnicas ómicas y mi trabajo en ecofisiología fúngica para encontrar soluciones innovadoras que permitan hacer frente al cambio climático. También hallar un equilibrio entre lo sostenible, la producción y el control de hongos micotoxigénicos”, puntualizó Erazo, que es becaria posdoctoral del IMICO -Instituto de Investigación en Micología y Micotoxicología CONICET-UNRC- y resultó elegida en el marco del Programa de becas “Haz nuestro planeta grande de nuevo –MOPGA-.

Tras que Estados Unidos se retirara del Acuerdo de París, el tratado internacional histórico para mantener a raya el cambio climático y limitar las futuras emisiones de gases de efecto invernadero, surgió en 2018 la iniciativa del presidente galo, Emmanuel Macron, llamada “Make Our Planet Great Again”, que consiste en convocar a investigadores y estudiantes, empresarios, asociaciones y ONG a movilizarse y unirse a Francia para liderar la lucha contra el calentamiento global.

El programa está financiado por los ministerios franceses para Europa y Asuntos Exteriores y de Educación Superior e Investigación, e implementado por Campus France.

Haz que nuestro planeta vuelva a ser grandioso – Haz que nuestro planeta vuelva a ser grandioso- emula la frase Make America Great Again -traducible como “Haz que América vuelva a ser grande”- eslogan utilizado en la política estadounidense y popularizado por Donald Trump en su campaña presidencial de 2016 -similar a “ Let’s Make America Great Again” -“Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande-, usado por Ronald Reagan.

Este programa en francés contempla becas para investigadores extranjeros con un doctorado de al menos cinco años, las cuales vienen despertando entusiasmo e interés en muchos postulantes altamente calificados. Esta es la sexta convocatoria y está destinada a 40 jóvenes para que desarrollen por un año sus trabajos científicos en Francia.

Riesgos de contaminacion en cultivos de trigo

Esta joven dedicada al estudio de los hongos, oriunda de Catamarca, es la primera en su familia que accede a estudios universitarios. Llegó a Río Cuarto para hacer su carrera de grado y cambiar a la UNRC como su lugar en el mundo. Su investigación se centra en anticipar riesgos de contaminación con micotoxinas que surgen al trigo, en respuesta al cambio climático.

“Una de las enfermedades que brotan al trigo en todo el mundo, incluyendo a la Argentina, es la fusariosis de la espiga (FET). Puede disminuir el rendimiento y la calidad del grano, que incluso puede contaminarse con micotoxinas producidas por los hongos que causan la enfermedad. Estas sustancias son toxicas y perjudiciales para la salud humana y animal. Los principales hongos patógenos asociados a la enfermedad son del género Fusarium , abundante Fusarium graminearum, pero también otras especies como por ejemplo F. culmorum, F. poae y F. cerealis . Estos hongos muchas veces pueden coexistir con especies fúngicas que producen otras micotoxinas, por ejemplo, Fusarium proliferatum . Por lo tanto, los productos a base de trigo podrían estar contaminados con varios metabolitos producidos por estas especies presentes en los granos”, explicó Erazo. 

“En la actualidad existe una gran variedad de herramientas que nos permiten estudiar tanto la biología de los patógenos como cada una de las micotoxinas que ellos producen. Incluso, existen herramientas analíticas que nos permiten obtener una ‘fotografía panorámica’ de determinados mecanismos bioquímicos que están ocurriendo en un organismo expuesto a ciertas condiciones externas, como humedad, temperatura, entre otros. Estas herramientas son conocidas como ‘ómicas’. El sufijo -ómico u -oma deriva del griego ‘ oma- ωμα ‘ y se define como ‘totalidad o conjunto de’. Se usa en los estudios que pretenden obtener el máximo de información posible sobre los metabolitos que un organismo produce en un momento concreto y en condiciones determinadas. Como existe escasa información acerca del metaboloma de los patógenos causantes de la fusariosis y aún menos acerca de cómo podría cambiar frente a los escenarios posibles de cambio climático, en este proyecto pretendemos utilizar la metabol ó mica -una de las disciplinas ‘ómicas’ que permite el estudio de la totalidad de metabolitos producidos por un organismo- para evaluar cómo los cambios previstos en dichos escenarios podrían modificar la producción de micotoxinas”, señaló la doctora Jessica Erazo .

Y acotó: “Hasta el momento sólo se conoce cómo los cambios de temperatura pueden inducir modificaciones en el metaboloma de F. graminearum , principal patógeno de la fusariosis, pero aún no hay información sobre la forma en la que el estrés abiótico induciría cambios en el crecimiento fúngico y la capacidad de producir efectos tóxicos de los demás patógenos, como por ejemplo F. cerealis . Incluso, el impacto del aumento de la temperatura sobre los perfiles metabolómicos de estas especies podría conducir a la aparición o prevalencia de nuevas micotoxinas”.

Consultada sobre los objetivos que persiguen y adecuados los resultados que esperan, la micóloga puntualizó en que: “pretendemos conocer las potenciales modificaciones en el metaboloma de estos organismos, para poder predecir y anticipar los posibles riesgos de contaminación con micotoxinas, en las regiones donde se produce trigo , en respuesta al cambio climático. En este contexto se investigará el perfil metabolómico de F. cerealis y F. proliferatum en condiciones de los aumentos de temperatura previstos por los diferentes escenarios de cambio climático”.

Fuente: Comunicación UNRC