La Argentina gobernada por Javier Milei comienza a marcar cambios en el vĂnculo con China. Desde la relaciĂ³n con TaiwĂ¡n hasta la compra de aviones de combate.
Desde el transcurrir de la campaña electoral en Argentina se observaba que, si en las elecciones ganaba Javier Milei, la polĂtica argentina tendrĂa una fuerte reorientaciĂ³n que afectarĂa los vĂnculos internacionales.
La relaciĂ³n con China, fuertemente elaborada por el Kirchnerismo, con muchos convenios comerciales, la posibilidad de la compra de aviones de guerra provenientes del gigante asiĂ¡tico y el swap de intercambio de divisas, comienza a tener vaivenes y altibajos generados desde decisiones y medidas tomadas por el nuevo gobierno.
Este nuevo vĂnculo con China no resulta extraño si se tiene en cuenta que el actual presidente de Argentina radicalizĂ³ el discurso de campaña al punto de hablar de ruptura de relaciones con China por considerarlo una dictadura comunista. No obstante, la primera semana luego de la asunciĂ³n de Milei, esta relaciĂ³n parecĂa tomar un cauce mĂ¡s normalizado, cuando Xi Jinping felicitĂ³ a Milei su triunfo electoral y como contrapartida el flamante presidente, en compañĂa de su canciller, Diana Mondino, recibieron a Wu Weihua, vicepresidente de la Asamblea Popular de China. Tras la reuniĂ³n, la propia Mondino declarĂ³ que se hablĂ³ acerca de establecer una “relaciĂ³n de largo aliento, abordar inversiones potenciales y promover la transparencia en los acuerdos bilateralesâ€.
Sin embargo, los vaivenes de una relaciĂ³n que empieza a tener diversos recovecos continuĂ³ con el enojo en China por la demora en el nombramiento del embajador argentino, tras la salida del «pro chino» Sabino Vaca Narvaja. Se nombrĂ³ en el cargo a Marcela Barone, encargada de negocios de la embajada china. Aunque el nombramiento haya sido provisorio, la actitud generĂ³ malestar en el gigante asiĂ¡tico por considerar que se dejaba en el cargo, en un paĂs importante en la relaciĂ³n bilateral, a alguien de bajo rango diplomĂ¡tico. Generalmente los encargados de negocios quedan a cargo de sedes diplomĂ¡ticas, cuando la relaciĂ³n pasa por un mal momento o el vĂnculo es casi nulo. Si bien el gobierno solucionĂ³ el malestar, el mismo fue innecesario dada la importancia del vĂnculo con China.
Entonces, se optĂ³ por designar a Marcelo SuĂ¡rez Salvia, actualmente representante argentino ante la RepĂºblica de Trinidad y Tobago, ante San Vicente y las Granadinas y ante Granada. SuĂ¡rez Salvia se desempeĂ±Ă³ durante mĂ¡s de dos años como Jefe de Protocolo de Argentina hasta el 10 de diciembre de 2019. Antes de eso, se desempeĂ±Ă³ como Embajador de Argentina en CanadĂ¡ (2016 -2017). Como diplomĂ¡tico en el Servicio Exterior desde 1997, ha servido en la Embajada de Argentina en Italia (1999-2000), en la MisiĂ³n de Argentina en las Naciones Unidas-Nueva York (2003-2008 y 2011), y como CĂ³nsul General de Argentina en Chicago (2012-2015). AdemĂ¡s, fue Director de CooperaciĂ³n Multilateral y Bilateral (2009-2011) y Jefe de Gabinete del Ministro de Relaciones Exteriores (2016).
El otro punto de conflicto sobre el cual ya hicimos menciĂ³n tiene que ver con la posible decisiĂ³n de Argentina de dotar su Fuerza AĂ©rea con Caza F16 de EEUU, dĂ¡ndole fin a la novela sobre la compra de aviones a Estados Unidos o China, que durante dos años se mantuvo en agenda. La negativa argentina a adquirir los F17 de fabricaciĂ³n china implicarĂa un fuerte golpe a las intenciones de China de convertir a Argentina en «cabecera de playa» de su negocio armamentĂstico. Durante el gobierno de FernĂ¡ndez, el entonces ministro de defensa Jorge Taiana y los ejecutivos de CATIC (China National Aero-Technology Import & Export Corporation) conversaron sobre un contrato de armas por el cual no solo se adquiere el sistema de armas, sino tambiĂ©n la instalaciĂ³n de una fĂ¡brica de piezas y componentes que integrarĂan al paĂs al circuito industrial. Si bien, econĂ³micamente la oferta de EEUU era mĂ¡s conveniente, el cambio de rumbo de la gestiĂ³n en materia de relaciones internacionales tambiĂ©n afectarĂa este punto, ocasionando a China la pĂ©rdida de una cuestiĂ³n importante para sus intereses geopolĂticos.
Sin embargo, aparentemente el punto mĂ¡s Ă¡lgido de estos vaivenes en la relaciĂ³n vendrĂa por el lado de TaiwĂ¡n. Como es sabido, China y TaiwĂ¡n se separaron en 1949, cuando concluyĂ³ la guerra civil con la victoria comunista, bajo el liderazgo de Mao. Los nacionalistas derrotados, a cuyo frente se encontraba Chiang Kai-shek, se replegaron en la isla al otro lado del estrecho de Formosa, territorio que hoy ocupa TaiwĂ¡n. Si bien tiene un gobierno elegido democrĂ¡ticamente y una poblaciĂ³n de unos 23 millones de personas, el gobierno de PekĂn ha seguido considerando TaiwĂ¡n como una provincia china con la que desea «reunificarse» y presiona a paĂses de todo el mundo para que rompan lazos diplomĂ¡ticos con TaiwĂ¡n, ¿En dĂ³nde entra entonces el gobierno de Milei en este conflicto?
Por un lado, la filosofĂa libertaria que impulsa el nuevo gobierno no tendrĂa problemas en vincularse comercialmente con TaiwĂ¡n. De hecho hay viejos tweets de la actual canciller Mondino reivindicando esta postura y se conociĂ³ de manera extraoficial que la canciller se refiriĂ³ al respecto en la reuniĂ³n con los representantes de China, mostrando, al menos, un error de timming diplomĂ¡tico: una primera reuniĂ³n no serĂa el momento mĂ¡s indicado para hacer estas manifestaciones. Mucho mĂ¡s visible, aunque no fuera realizada por un funcionario de gobierno, pero si por un hombre de su espacio, fue la visita del diputado AgustĂn Romo a la Oficina Comercial y Cultural de TaiwĂ¡n, donde se reuniĂ³ Directora General de la Oficina, Florencia Miao-hung Hsie, quien le entregĂ³ unas 300 cajas navideñas para repartir entre los mĂ¡s necesitados. El diputado escribiĂ³ “Nos regalaron 300 cajas navideñas para los mĂ¡s necesitados que vamos a estar repartiendo en la Provincia de Buenos Aires “TaiwĂ¡n estĂ¡ en el puesto nĂºmero uno del Ăndice de libertad econĂ³mica. Un ejemplo para el mundo libreâ€.
Nuevamente, mĂ¡s allĂ¡ de lo ideolĂ³gico, resalta la falta de timming. Gestos inconvenientes en un momento delicado en el que la renegociaciĂ³n del swap con China es vital para las finanzas argentinas.
Fuente: El Archivo