Un estudio de Ingenia, realizado sobre 57 empresas del país, reveló que el 75% se percibe más madura tecnológicamente de lo que realmente está, según explicó Fernando Sclavo, Head of Strategy Evolution de la compañía.

Un relevamiento realizado por Ingenia sobre 57 organizaciones argentinas analizó la brecha entre la autopercepción tecnológica de las empresas y su nivel real de madurez digital. El trabajo, diseñado a partir de 50 preguntas y respondido por referentes tecnológicos de distintos sectores, buscó medir cómo evalúan internamente su evolución y cuáles son las capacidades efectivamente incorporadas.

Según detalló Fernando Sclavo, Head of Strategy Evolution de Ingenia, el estudio mostró una tendencia clara: el 75% de las organizaciones se considera más evolucionada de lo que está en términos tecnológicos. Las excepciones se encuentran principalmente en banca, finanzas y seguros, sectores que acumulan décadas de adopción digital y presentan una brecha menor entre expectativa y realidad.

En cuanto a madurez por industria, Sclavo señaló que telecomunicaciones, banca, finanzas y retail se ubican entre los segmentos más avanzados, mientras que logística y salud figuran entre los de menor desarrollo.

Uno de los ejes centrales del informe es la incorporación de inteligencia artificial generativa. Según los resultados, el 48% de las organizaciones ya tiene iniciativas de IA en marcha, con proyectos activos, equipos dedicados y desarrollos en ejecución. En algunos casos, especialmente en las compañías de mayor tamaño, avanzan hasta con seis iniciativas de manera simultánea.

Los primeros usos de IA se concentran en chatbots para atención al cliente, aunque la adopción se expande hacia aplicaciones críticas como diagnósticos médicos, detección automatizada de fraude en seguros y modelos predictivos de tráfico en redes de telecomunicaciones. Sclavo destacó que sectores como telecomunicaciones, energía y oil & gas se encuentran entre los más dinámicos en este tipo de implementaciones.

El análisis también dejó en evidencia que, pese al interés creciente por las nuevas tecnologías, muchas empresas continúan enfrentando desafíos relacionados con su infraestructura digital, la integración de sistemas y la capacidad de escalar proyectos basados en datos e IA. La diferencia entre la percepción interna y la madurez efectiva refleja, según Sclavo, la necesidad de estrategias más sólidas, inversión sostenida y equipos capacitados para afrontar la transformación tecnológica.

 

Fuente: Perfil