Por Lautaro Vicario
10 años, una década. 10 años puede ser un tiempo largo o puede ser un tiempo muerto.
10 años de desazón y desilusiones. 10 años de experimentos y naufragios. 10 años vaciados de valores, escasos de lealtades y compañerismo. 10 años perdiendo eslabones, rompiendo lazos, deshilachando tientos.
10 años para mirar hacia atrás, pero principalmente para enfocar hacia adelante.
Hagamos lo simple, lo básico y lo normal.
Recuperemos el valor de la palabra, el cumplir con lo pactado en un apretón de manos, la simpleza de ser leal a todo nivel. Vale igual, vale tiempo y dedicación, el vínculo humano con un concejal que con un ministro, lo único que cambia es el grado de responsabilidad.
Volvamos a la esencia del peronismo. Volvamos a Juan Carlos «Chueco» Mazzón.